Leonardo, como primera figura de Venezuela, no puede aceptar "le latan en la cueva" |
EL VITO
Leonardo
Benítez lleva varias temporadas sosteniendo sobre sus hombros, la responsabilidad
de dar la cara en el ruedo por la torería venezolana frente a los toreros
visitantes. Mañana, Lunes de Carnaval, Leonardo cumple su segundo compromiso en
la Feria del Sol de Mérida, integra un cartel muy interesante que completa Morante de la Puebla, también en su segunda
actuación, y El Califa de Aragua que
regresa a la Monumental de Mérida y lo hace anunciándose como el torero de
Venezuela.
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que, seguro estamos, se sentirá como gasolina sobre la candela en Leonardo
quien, de eso no cabe la menor duda, no
está dispuesto a ceder un milímetro de su condición de mandón del toreo en
Venezuela.
Benítez,
cuando la Feria del Sol lleva buen trecho andado, se encuentra con los éxitos
de César Valencia y de Rafael Orellana, dos que han cruzado el umbral de la
Puerta Grande que en Mérida llaman La puerta de la Inmaculada. ¡Qué bien! Porque hasta ahora a Benítez lo
dejaban sólo a la hora de la competencia. Por una u otra razón el torero
venezolano había perdido aquel temperamento, raza y competencia que le
caracterizó en tiempos de los hermanos Girón.
Leonardo
Benítez, no cabe duda, insisto, es nuestra primera figura del toreo y este
lunes debe abonar un camino de competencia con los jóvenes insurrectos que
seguros estamos ha de beneficiar la fiesta de los toros nacional, alicaída con
la falta de enfrentamiento entre nuestros propios espadas.
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