Respuesta del Emperador Carlos I y V
(Con copia a Don Juan Lamarca)
El Emperador lidiando en la plaza de Valladolid, para celebrar el nacimiento de su hijo Felipe II. Grabado de Goya |
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Querido don Juan Lamarca: He encontrado esta carta, que considero urgente publicar, a pesar de la fecha en que se escribió. Un abrazo.
Fernando Claramunt López, Presidente del Circulo de Amigos de la Dinastía Bienvenida, Madrid, enero 2015.
Carta del Emperador Carlos l de España y V de Alemania a su querido y admirado amigo el caballero Don Rafael Comino. Monasterio de Yuste, 3 de febrero de 1557.
Dispensad, noble señor y distinguido caballero, mi retraso en contestaros. He permanecido en Jarandilla de la Vera algunos días hasta ver terminadas las obras de aqueste palacete de Yuste, en el cual me agradaría platicar con vuesa merced. En vuestra misiva me invitáis a las corridas de Valdemorillo.
Bien quisiera acompañaros , mi querido y noble amigo, mas he aquí que mi permanente mal de gota me retiene en Yuste. No acabo de entender las vuestras lamentaciones, o que a mí me lo parecen. ¿Acaso algún rey de España -salvo dos lamentables excepciones en el siglo XVlll - no ha sentido en su corazón la españolía y la racial afición a ver correr toros y aun a lidiarlos? Yo mismo he alanceado toros en Valladolid. Mi hijo el rey don Felipe ll, por algo llamado El Rey Prudenteno se ha puesto delante pero ha visto correrlos con real gozo. Por lo que sé, sus majestades Felipe lll y Felipe lV fueron aficionados.
De mis antepasados sé que don Fernando V de Aragón ( y antes Pére el Ceremoniós) amaba las corridas. Su esposa la reina Isabel de Castilla sugirió que pusieran fundas a los cuernos de las reses bravas para prevenir desgracias. Con la visión del futuro que dan mis últimos momentos, querido don Rafael, hago constar que mis descendientes, reyes de otra dinastía, premiaron con una pensión vitalicia a cierto matador de toros a quien vieron lidiar en el Mar de Ontígola, cerca de Aranjuez (os hablo de Felipe V de Anjou), que Fernando Vll, impulsó la Escuela Taurina de Sevilla de donde saldría el discípulo favorito, Curro Cúchares, admiró dicho rey a los Romero de Ronda y tuvo celos de Roque Miranda "Rigores".
De la Reina doña Isabel ll, diré que nadie tuvo más afición a los toros y aun a los toreros. Quiso hacer Conde de Chiclana a Francisco Montes "Paquiro". No se lo consintieron algunos cortesanos faltos de raza, escasos de hormonas y de españolía, que desgraciadamente hay algunos. De Don Alfonso Xll basta saber que fue el primer frascuelista de España, en tiempos de Mazzantini y de "Lagartijo El Grande".
De Don Alfonso Xlll y de su esposa la reina doña Victoria nadie con mayor gallardía, elegancia y temple se ha asomado al Palco Real. ¡Para corridas regias las suyas, desde el mismo día de su boda! De Don Juan de Borbón y de Doña María, padres de Su Majestad Don Juan Carlos l, su afición a los toros era proverbial. Doña María era tan devota de Curro Romero, como el diestro lo fue de doña María.
No entiendo, mi querido amigo y noble vasallo, vuestra preocupación por la afición de nuestros reyes a nuestra Fiesta Nacional Española. Sus orígenes se pueden rastrear por la Edad Media hasta la España visigoda. Si dispusiéramos de más tiempo iríamos a la época de Roma y Cartago en nuestra península y a los datos de la Prehistoria, que no son moco de pavo, como dicen mis frailes de Yuste.
Quedad en paz, noble amigo mío, querido don Rafael Comino, que los reyes de España y la misma España, la de siempre, gozan de buena salud. Es posible que lo de no ponerse el sol en nuestros dominios haya sufrido alguna variación, no diré que no, pero la Tauromaquia bajó del Cielo y con los memoriales vino "Frascuelo", como vos sabéis.
Me llama en estos momentos mi mayordomo Don Luis de Quijada y quiere verme mi médico , traído de Flandes, el doctor Mathys, natural de Brujas. Por aquí anda también el Reverendo Don Juan de Regla, mi confesor. Le hablaré de vuestra preocupación por la afición a los toros de los reyes de España, que tan a fondo siente mi hijo el rey Felipe ll capaz de llevar la contraria al Papa cuando Su Santidad, mal informado, quiso prohibir las corridas.
En el Vaticano se olvidaron de que Noé a punta de capote introdujo el toro bravo en el Arca. Dios os guarde mi querido amigo y disfrutad las corridas de Valdemorillo y todas las demás de la temporada en mi querida España y en nuestras muy amadas tierras de Indias.
POSTADA.- Me informa mi confesor, el Rvdo. P. Juan Regla, que vuestra carta, escrita en 2015, va dirigida a otro Monarca. Debe tratarse de algún error, problemas de rodaje, faenas camperas, vísperas de alternativa o ajustes en los contratos para la Feria de abril sevillana o la madrileña de San Isidro por Mayo. Error, sin duda. Ningún rey de España, desde antes de Fernando lll El Santo y Alfonso X El Sabio, puede carecer de españolía ni de respeto y amor por nuestra Fiesta Nacional. Los toros son un invento español, y muy español, a pesar de los extranjeros, como muy bien dijo Hemingway, que nunca fue extranjero en nuestra tierra. Quedad en paz, mi querido amigo Don Rafael Comino. Dios os guarde. Carlos l de España y V de Alemania, retirado en Yuste.
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