Víctor Ramírez
“Vitico”
El rejoneador Diego Ventura deslumbro a los aficionados en
su presentación en la plaza de toros de San Cristóbal, cortando solo una oreja
por sus fallos con el rejón de muerte, mientras que El Fandi salió a hombros
ante una corrida desigual de la ganadería española de Hermanos García Jiménez,
que lidió un toro muy noble.
Diego Ventura ha estado muy bien en sus dos toros, del
hierro español de San Mateo, a los que cuajo plenamente. Ventura brilló gracias
a una doma perfecta, un conocimiento de los terrenos fuera de serie, lo que le permitió
encelar de salida a sus toros con suavidad, temple y poder. Clavo banderillas
con quiebros espectaculares, sobre todo con el temperamental caballo “Morante”
que mordió a sus enemigos y demostró un valor enorme. Ventura banderilleó en todo lo alto, clavo con torería, se adornó
con arrojo y deslumbro. El rejón de muerte dejo las cuatro orejas en una sola.
El Fandi se encontró con “Aguileño”, un bondadoso toro de
Hermanos García Jiménez, noble como el que más, que siguió los engaños del
granadino con infinita dulzura. El Fandi lo saludó con una larga cambiada y lentas verónicas,
aparte de un tercio de banderillas poderoso y vibrante. El diestro comenzó
toreando con largura, temple y ligazón, consiguiendo algunos muletazos
excelentes, entre ellos un natural enorme por su trazo y dimensión. Luego
llegaron los efectos especiales, alargando el trasteo para conseguir un
improcedente indulto. Tras dos avisos y con evidente pesar, El Fandi logro una
superior estocada, que puso en sus manos el par de orejas. Ante su parado y
tardo segundo, el español se dio por entero en una larga labor, con momentos
álgidos, pero que no pudo redondear. Se justificó plenamente.
Nula suerte de Iván Fandiño que pechó con un lote parado y
complicado. El torero de Orduña, dejo detalles sueltos de su valor, como un
estático quite por gaoneras, varios muletazos hondos y de buen trazo, pero sin
rematar, porque sus toros se negaron a seguir su muleta. Certero en ambos con
la espada.
Voluntad y ganas fueron las armas de Fabio Castañeda, que a
pesar que busco con ahínco el triunfo no lo logro. A su primero lo recibió con
buenas verónicas y lo banderilleo mal, sufriendo un fuerte arropón tras un fallido cuarto par. Castañeda se
dobló con poder y elegancia y le cuajo varias series de muletazos con gusto,
sin mandar mucho pero con estética. La faena se fue a menos como la cera de una
vela cuando se apaga, pero la voluntad del torero quedo de manifiesto. Ante el
último, Castañeda se mostró entregado y valiente, pero el toro le corto de
plano cualquier intento, y encima el diestro fallo repetidamente con la espada.
FICHA DE LA CORRIDA
Plaza de toros de San Cristóbal
Jueves 29 de enero.
Segunda corrida de feria.
Casi lleno en tarde agradable.
Dos toros para rejones de San Mateo, bien presentados,
nobles, con clase, aunque sin mucho recorrido. Seis toros de Hermanos García Jiménez,
desiguales de presentación. Destaco el primero, “Aguileño”, número 9, castaño
oscuro listón, noble y suave, premiado con la vuelta al ruedo. Noble el
tercero, complicados y ásperos el resto.
Pesos: 470 (rej), 525, 443, 460, 455 (rej), 460, 482 y 442
kilos.
Rejoneador Diego Ventura: Silencio y oreja tras aviso.
El Fandi, de gris plomo y oro: Dos orejas tras dos avisos y
silencio tras aviso. Salió a hombros.
Iván Fandiño, de grana y oro: Silencio tras aviso y
silencio.
Fabio Castañeda, de verde botella y oro: Silencio tras leve
petición con aviso y silencio tras dos avisos.
Destacaron en la brega Eduardo Graterol y Fabián Ramírez. En
banderillas Miguel Martín y Eduardo
Graterol.
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