LOS PRINCIPIOS NO
CAMBIAN
Indignado por muchos motivos intento entender al hombre
moderno, lleno de sofisticados aparatos
electrónicos que en vez de unir, parece
que nos apartan y nos lleva al poco
respeto que presta a sus congéneres; las noticias en estos momentos para la
sociedad actual no son nada alentadoras,
estamos viviendo el drama de
Gaza, vemos como se matan comunidades enteras
de ancianas y niños en sus escuelas sin ningún reparo moral. Hace unos días los rusos provocaron la caída
de un avión ucraniano lleno de pasajeros totalmente indefensos. En la frontera
americana cientos de miles de niños son víctimas de la poca humanidad para que
estos se reúnan con sus familias siendo devueltos sin misericordia alguna a ninguna
parte. En nuestro país, con el “fenómeno del niño” nos encontramos de nuevo con
la catástrofe que se vive en todo el
país, en donde mueren de sed, las personas y varias especies animales. Aquí los
políticos tienen mucha culpa de que los dineros destinados algún día no
cumplieron el cometido de preservar la
naturaleza ni al ser humano que también
es `parte de ella. Vemos a diario como los grupos que están negociando “la Paz” con el
gobierno derraman camiones enteros de petróleo a las cuencas de los ríos, para
que las comunidades mueran de sed,
continúan matando indefensos civiles entre ellos a niños inocentes con bombas y armas de todo tipo, ayer
envenenaron con comida a unos cuantos soldados violando preceptos del Derecho Internacional Humanitario.
Con todo lo anterior
continúo sin entender a una parte
de la población empeñada en acabar la muerte del toro bravo con el pueril
argumento de ser un hecho “bárbaro”; en Bogotá dicha
población ha encontrado al funesto y leguleyo alcalde mayor, en ser el vocero de un atropello al patrimonio
histórico y legado de nuestros mayores, actividad
con todo
el respaldo constitucional en varias sentencias de dicha Corte. Desafortunadamente para el Alcalde no hay instancias ni leyes
que lo cobijen, la falta de principios es su bandera acatada por otra comunidad
impávida que algún día vio como fue parte de atropellos al Derecho Natural.
¿Donde están aquellas Peñas Taurinas que protestaban el toro
o torero que no cumplía con el reglamento y que dieron tanto prestigio a los
triunfos de la Plaza de la Santamaría?
Los recuerdo en mis primeros años
de Matador de Toros en los cuales no caí en gracia seguramente por no
“arrimarme”, me querían comer vivo, luego cuando les cogí “el lado flaco” me
sacaron varias veces a hombros, ¡que tiempos¡
había menos equipos electrónicos, pero había mas unión y respeto por la
vida y por la muerte, ¡la muerte con honor¡ de toro y torero. ¿verdad Maestro
Pepe?
Quiero llamar a un SOS
pero no el de Maduro, para que los aficionados defendamos la Cultura Taurina y hagamos
cumplir la Ley y la Constitución. La
memoria de don Ignacio Sanz de Santamaría hay que respetarla con el precepto
claro de que la Plaza de Toros de la
Santamaría se construyó para el ARTE DEL
TOREO no para el arte de la mentira y de la infamia. Por cierto nuestro
presidente en reunión con las figuras del toreo el año pasado se comprometió a
llevar al Ministerio de la Cultura por lo menos la inquietud de la
declaratoria, de Patrimonio Cultural Inmaterial ¿otro incumplimiento más?
3 de Agosto de 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario