Diego Silveti “Tenía
con qué triunfar”
A casi 24 horas de haber logrado un importante
triunfo en la Monumental Plaza México, cortándole las orejas a base de
emotividad y pasión al toro de nombre “Ocote” de la exitosa dehesa queretana de
Los Encinos, tuvimos la oportunidad de conversar con el dinástico espada
guanajuatense Diego Silveti y de entrada nos habló de los sentimientos que
estaba viviendo y experimentando.
“Me siento feliz por todo lo que ha sucedido. La
verdad es que detrás de todo esto hay un gran sacrificio pues como se sabe
venía de una intensa rehabilitación por la cornada y la lesión cervical que
sufrí en Guadalajara. Mi mente estaba más que puesta en la Monumental Plaza
México y lo cierto es que el resultado fue mejor de lo que se imaginó, por lo
que estoy muy agradecido con Dios y con el público de la gran plaza”, dijo el
diestro irapuatense.
Hasta ahora en tus apariciones en el coso de
Insurgentes ¿con qué faena te quedas? Con la de “Charro Cantor” o la de
“Ocote”.
“Sin duda han tenido matices diferentes, momentos
distintos. En la primera, con un gran toro, fue la sorpresa de la ocasión, el
desconocimiento de la gente sobre mi toreo y fue así que supo de mi sentimiento
torero y, en la de este domingo, con un astado menos completo pero con calidad,
me dio la oportunidad de expresarme con más experiencia, más cuajado y una
mayor profundidad”.
Antes de salir “Ocote”, la tarde se puso demandante
para ti.
“Si, en efecto, luego de las faenas de ‘El Juli’ y
Saldívar la tarde estaba en un altísimo nivel, pero yo estaba plenamente
concentrado y recuperado de las lesiones. Creí en mí, tenía con qué y lo
logrado me lo he ganado a pulso. Sabía que tenía que poder”.
Ahora a Diego Silveti le viene el compromiso del
sábado 8 de diciembre próximo en Querétaro y posiblemente en el mismo coso la
corrida de la Navidad, el martes 25, cerrando así una estupenda temporada 2012.
¿Cómo se te avecina el Año Nuevo?
“Con el deseo ferviente de que siga refrendando mi
sitio, afianzarme como un torero consentido de la afición mexicana y que en
España mi campaña sea más redonda y seguir avanzando con pie firme en mi
carrera torera”.
¿Qué le pedirías al Niño Dios en esta época que se
avecina?
“Más que pedirle, darle gracias a Dios por lo que me
ha dejado vivir, disfrutar de mi gente y de lo que más me gusta, que es torear.
Que me siga bendiciendo, además igualmente agradecerle los dones que me dio y
corresponder de forma positiva a ello”. ¡Enhorabuena! y ¡Suerte matador!
Arturo Saldívar: Triunfó
la Fiesta, dijo Arturo Saldívar
El matador de toros aguascalentense Arturo Saldívar,
uno de los tres diestros que escenificaron la gran tarde del domingo pasado en
la Monumental Plaza México y en la que obtuvo dos apéndices del toro llamado
“Garambullo” de la divisa de Los Encinos, con salida en hombros por la Puerta
de El Encierro, platicó con nosotros y las siguientes son sus interesantes
impresiones.
“Estoy muy contento por el resultado del festejo. No
fue fácil de conseguir pero a base de trabajo y buena mentalidad se logró el
triunfo, lo cual me tiene verdaderamente orgulloso”, comentó el torero.
Arturo Saldívar es un joven espada que ya tiene una
historia en el ruedo de la Monumental Plaza México pues la del domingo pasado
fue su quinta aparición en ella y con un balance de pleno éxito. Sólo en una de
sus actuaciones no llegó “tocar pelo” por sus yerros con el alfanje, por lo que
hasta hora tiene en su haber el corte de 8 orejas y un rabo.
“Ha sido un gran balance y además de esa corrida en
la que no corté nada por fallar con el estoque, han habido otras faenas
importantes que también malogré a la hora de matar, pero el resultado global es
estupendo”, señaló.
La tarde no fue fácil y además “El Juli” puso el
listón muy alto.
“Así es y en lo personal yo traía una presión extra por
todo lo que pasó entre la empresa y mi representación, y si a eso le sumamos lo
que ya había hecho el maestro ‘Juli’, quien salió a darlo todo, pues estaba muy
duro superarlo, pero gracias a nuestra preparación y la mentalidad que hemos
desarrollado es que hemos podido hacer las cosas con inteligencia y
tranquilidad”.
Finalmente lograste tu objetivo.
“Si ya lo creo. Triunfé yo, pero sobre todo triunfaron
los toreros, triunfó el ganadero, triunfó la empresa, triunfó el público,
vamos, que ha triunfado la Fiesta y eso es lo verdaderamente importante”.
Para Arturo Saldívar ahora vienen dos semanas de
meditación, de estar con la familia, sin dejar, claro, de entrenar en el campo
y estar listo para torear ya que su campaña 2012 la cerrará el domingo 9 de
diciembre en Motul, Yucatán, en tanto que para el comienzo del Año Nuevo ya
tiene varios compromisos entre los que ya se puede contar León, Mérida, de
nuevo Motul, los carnavales en febrero y a finales de ese mes regresar a España
para preparar la que será su temporada europea 2013.
¿Qué le pedirías al Niño Dios si tuvieras la
oportunidad de hacerlo?
“Salud para mi familia y para mí. Que nos eche la
mano con los antitaurinos para que respeten la Fiesta Brava y que vuelva a
tener la grandeza que se merece”. ¡Enhorabuena! y ¡Suerte matador!
Los
Encinos ¡adelante!
Amigos de la Fiesta Brava, con mucho tino y bien nos
dijo el diestro aguascalentense Arturo Saldívar que tras la triunfal sexta
corrida de la Temporada Grande Internacional 2013-2013, celebrada el reciente
domingo en la Monumental Plaza México, la que salió ganando fue precisamente la
más bella de todas las fiestas, pues pudimos deleitarnos y disfrutar de nuestro
espectáculo favorito a través de las personales y arrolladoras tauromaquias de
los espadas, el madrileño Julián López “El Juli”, el ya mencionado Saldívar y
el guanajuatense Diego Silveti, escenificando al final del festejo una
vitoreada y ovacionada salida en hombros, entre gritos de ¡torero! por la
Puerta de El Encierro.
Pero mención aparte requiere la ganadería que
proporcionó la materia prima y que sirvió para el despliegue artístico,
plástico, estético y lleno de valor de los diestros en cuestión, nos referimos
por supuesto a la dehesa de don Eduardo Martínez Urquidi, Los Encinos, ubicada
en el rancho San Cirilo, con divisa en verde, rosa y azul, la misma que está
enclavada en el municipio queretano de Pedro Escobedo.
Una cabaña de ganado bravo que particularmente desde
hace más de una década ha ido forjando un prestigio muy importante y que ahora
mismo los diestros de renombre se “pelean” por torear en cualquier plaza del
país.
Sin embargo, para llegar al sitio que ahora tiene
Los Encinos el trayecto no le ha sido fácil desde que con una enorme afición y
amor por la crianza de ganado bravo don Eduardo Martínez Urquidi vio realizar
su sueño al poder fundar su hato ganadero en 1990 en el mismo sitio donde ahora
se encuentra asentado, con sangre pura del Marqués de Saltillo a través de la
de Antonio Llaguno, San Martín, Tequisquiapan, Garfias, Teófilo Gómez y
Valparaíso, además de que en 1996, junto con San Martín y San José, fue de los
primeros en importar sangre brava española del hierro de Paco Camino,
sosteniendo y fortaleciendo con ello el encaste de Saltillo, de ahí que se de a
criar un toro muy en el tipo del astado mexicano, con calidad, recorrido,
temple y finas hechuras.
Una muestra de ello, sin ir muy lejos y por citar
algunos de sus ya famosos toros en la historia de la Monumental Plaza México,
aparte de los ya inmortalizados en otros cosos, están los del año 2000 cuando
Eulalio López “Zotoluco” indultó al burel llamado “Romerito”, misma tarde en la
que el valenciano Enrique Ponce cortara cuatro orejas a los ejemplares
“Vinatero” y “Peluquín”.
O aquellos como “Charro Cantor” en 2011 al que Diego
Silveti le cortara el rabo, mismo trofeo que obtuviera Fermín Spínola ya en
este 2012, en sus inicios, del toro de nombre “Príncipe”. Y a los que apenas el
domingo pasado desorejaran “El Juli”, Arturo Saldívar y Diego Silveti,
respectivamente, “Huizache”, “Garambullo” y “Ocote”, ejemplares que reforzaron
el estupendo momento por el que atraviesa esta ganadería que lidió por vez
primera el 18 de enero de 1995 en Puerto Vallarta, Jalisco, cuatro ejemplares para
la despedida de novillero de José María Luévano, quien cortó dos orejas y,
Fernando Ochoa, quien igualmente obtuvo una par de apéndices en esa función.
Recordamos también que su primera corrida de toros la
lidió en San Luis Potosí el 20 de noviembre del mismo 1995, con seis ejemplares
para Mariano Ramos, Jorge Gutiérrez y Miguel Lahoz y debutó en la Monumental
Plaza México, en festejo mayor, el 30 de enero del 2000, con seis astados para Uriel
Moreno “El Zapata”, Enrique “El Cuate” Espinoza y Guillermo González “Chilolo”,
quien confirmó en tal ocasión su doctorado, llevándose la ganadería esa
temporada el galardón al mejor encierro.
Esa tarde de enero del 2000 por cierto, don
Eduardo Martínez Urquidi fue ovacionado en el tercio tras la lidia del cuarto
toro, tal y como sucedió el domingo reciente luego de la muerte del tercer
burel y otras más por supuesto que habrá vivido intensamente este escrupuloso y
solvente criador de sus reses bravas, los que indudablemente confirma nuestra
tesis resumida en la frase que cierra esta columna: “Cuando la inteligencia
humana y la irracional belleza animal se conjugan en la arena ¡surge el toreo!
Arte y bravura en escena”. ¡Enhorabuena ganadero!
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