CRISTIAN VALENCIA HABLÓ CON VITICO PARA LOS LECTORES DE A LOS TOROS

"Quiero ser torero, 

torero de postín"

Víctor Eduardo Ramírez

ENVIADO ESPECIAL A ESPAÑA

Todos los días a las ocho de la mañana, Cristian Valencia se levanta para una intensa jornada de entrenamiento, en compañía del banderillero Mauro David Pereira. Ambos comparten ilusiones en Talavera de la Reina (Toledo), la ciudad que desde el 16 de mayo de 1920 es famosa en el mundo de los toros por ser en su plaza donde cayó el gran Joselito “El Gallo” en las astas del funesto toro “Bailaor” de la Viuda de Ortega. Es en esta pequeña plaza, que por su historia recuerda siempre la grandeza y dureza de esta profesión,  Cristian y Mauro entrenan el toreo de salón, acompañados de profesionales de la talla del matador de toros Carlos Collado “Niño de la Taurina” que guarda gratos recuerdos de Venezuela, entre ellos el del callejón del “Nuevo Circo de Caracas”, que al decir del diestro toledano es el más grande de cuantas plazas visitó en todos los países taurinos.

Tras la agotadora sesión matinal, que incluye una hora de carrera continua y dos o tres horas de toreo de salón, nos sentamos a compartir con los toreros en una céntrica cafetería de Talavera de la Reina, acompañados por  el apoderado Juan Mansilla, don José Mijallo, que apoya de manera total al joven novillero valenciano y  Javier Vallejo fotografo de las actuaciones del torero. Con las ideas claras, Cristian Valencia se muestra esperanzado e ilusionado por como van las cosas.

¿Cómo vas llevando la temporada?

Esta temporada está muy complicada para todo el toreo, por la crisis y la reducción de festejos, pero aparte de todas las situaciones personales que he vivido recientemente que fueron muy difíciles, estoy mentalizado y satisfecho, pues llevo unas ocho novilladas, que tal y como está la situación es un buen número, aunque por comparar el año pasado, por estas fechas llevaba unas quince.

 

¿Qué tarde hasta ahora te ha dejado mejores sensaciones?

La novillada que toreé en Francia en Mauburguet, me aportó mucho y me dejó dos sensaciones, por una parte que estoy asimilando todo lo que toreo y el entrenamiento, otra que me sentí  capaz de resolver las complicaciones de los novillos, la pena fue que los pinché pero me sirvió para dejar abierto de cara al año entrante el mercado francés.

¿ El fuerte entrenamiento al que te sometes a diario lo consideras clave en tu evolución como torero?

Sin lugar a dudas,  mi entrenamiento hace que cada día me sienta más fuerte y eso te da la seguridad para pensar en la cara de los novillos y resolver sus complicaciones. Para mi estar fuerte y preparado es clave en un setenta por ciento para triunfar.

¿Cómo te sientes de cara a tu debut con picadores?

Tengo una responsabilidad muy grande,  además de una fuerte presión, pero por otra parte es la ilusión que me alimenta a seguir adelante. Ya no puedo cumplir un sueño, que mi padre me viese debutar con caballos, pero ahora me impulsa superarme a mi mismo y ser torero por mérito propio.