En
la tarde de hoy, sábado 25 de agosto, el matador de toros Diego Silveti
ha cosechado un nuevo triunfo, esta vez en la localidad onubense de
Santa Olalla de Cala, donde ha salido en hombros al cortar una oreja de
cada uno de sus toros. Esta corrida estaba dentro del programa festivo
para conmemorar el centenario del coso. Con tres cuartos de entrada
cubiertos, se han lidiado seis toros de Martín Lorca, de juego desigual,
los mejores 2º y 5º. El resultado de la terna fue el siguiente: Oliva
Soto, oreja y dos orejas; Esaú Fernández, dos orejas y dos orejas; y
Diego Silveti, oreja y oreja. Al final del festejo los tres espadas
salieron en hombros por la puerta grande.
Con
el lote más deslucido, el mexicano Diego Silveti volvió a puntuar
dentro de la temporada europea, pues a base de oficio, valor y recursos,
pudo solventar una papeleta que no se le presentó fácil, debido al poco
juego de los dos toros de Martín Lorca que tuvo que estoquear. El
primero de ellos nunca rompió de verdad hacia adelante, planteando
dificultades desde los primeros compases de la lidia, volteando de fea
manera, aunque sin consecuencias, al banderillero Vicente Varela. Una
vez llegó a la muleta, Silveti tuvo que tirar del animal con recursos y
decisión, pues la intención del animal siempre fue la de quedarse por
debajo. Poco a poco, Silveti fue construyendo una labor que mereció el
reconocimiento del público una vez que lo mató a la segunda. Cortó una
oreja. La otra la paseó del sexto, toro noble, pero muy parado. De
salida, Silveti pudo torearle templado a la verónica, para volver a
construir otro
trasteo en el que estuvo muy por encima de tan pobre embestida. Volvió a
matarlo bien y paseó el segundo trofeo, sumando una nueva salida en
hombros en la temporada.
Por
su parte, sus dos compañeros de cartel, los sevillano Oliva Soto y Esaú
Fernández tuvieron mejor suerte en el sorteo, lo que supieron
aprovechar para dar una buena tarde de toros. Soto, con su peculiar
estilo de arte, paseó un total de tres orejas, mientras que Esáú
Fernández, con mucho oficio y enorme voluntad de triunfo se convirtió en
el máximo triunfador al desorejar por partida doble a sus dos toros.
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