Víctor Ramírez “Vitico”
ENVIADO ESPECIAL A ESPAÑA
Julián López
“El Juli” volvió a demostrar su condición de máxima figura del toreo, esta vez
en la segunda corrida de la feria de Ciudad Real, al cuajar dos estupendas
faenas, en festejo en el que Juan José Padilla cortó dos orejas, por una del
francés Sebastián Castella.
Una gran
ovación recibió Juan José Padilla al finalizar el paseíllo, saludando montera
en mano. Tras la tremenda cornada de Zaragoza, Padilla forma parte de ese
pequeño grupo de toreros que es ejemplo de superación y entrega.
A su
primero, un toro suave y flojo, lo banderilleó con facilidad y le toreó con oficio, destacando varios
muletazos con la mano derecha, llevando muy suave al astado, del que cortó la
oreja tras certera estocada. De nuevo se lució con las banderillas Juan José
Padilla ante el cuarto, destacando un vistoso par al violín. De rodillas inició
su trasteo el gaditano, que se prodigó en varias series de muletazos, vibrantes
y meritorios. Se metió al público en el bolsillo con desplantes y adornos, por
lo que tras estar efectivo con el acero, obtuvo una oreja con gran petición de
la segunda, que no concedió el presidente que se llevó una bronca de época.
El Juli lanceó
de forma perfecta al que iba a ser su primero, un precioso castaño listón que
al clavar los pitones en la arena, en el remate de una media verónica, se lesionó
y tuvo que ser devuelto. El sobrero, fue un toro complicado, con un peligro
evidente por el lado derecho, por donde se metía fuerte y sin atender los
toques. El Juli, sereno, firme y valiente, le tragó y aceptó el reto. El
madrileño se colocó bien, enganchó con la muleta muy por delante, tocó en el
momento justo, embarcó con autoridad y llevó con precisión las embestidas del
astado, al que apabulló toreándole bien. Fue una muestra del poder descomunal
de este torero, que torea tan largo y por abajo que los toros se rinden. Tras
una espectacular estocada cortó con toda justicia el par de trofeos. El quinto,
que tuvo sus complicaciones tras un largo tercio de varas, después de un
inoportuno tumbo al picador, fue dominado totalmente por el diestro madrileño,
que se aplicó con paciencia, pensando el toreo incluso antes de hacerlo,
eligiendo los terrenos, las alturas, la presentación del engaño, los toques.
Ver al Juli en estos momentos es asistir a una clase didáctica de que es
torear. Para el recuerdo, algunos naturales hondos y largos. Una oreja fue el
corto premio para su labor.
Por otra vía,
el francés Sebastián Castella logró no irse de vacío, ya que con su valor de
hielo, consiguió momentos de interés. Lanceó bien a la verónica al tercero,
haciéndole un asfixiante quite por chicuelinas. Ni siquiera el fuerte viento y
la lluvia hicieron que el galo cambiara de color, y con esa serenidad suya tan
característica, toreó con temple y mando, dejando el engaño en la cara,
consiguiendo excelentes pases, llenos de buen gusto. Ante el sexto, abrió faena
con dos ceñidos péndulos, que dieron continuidad a varias tandas de mérito,
ante un toro flojo al que llevó bien a media altura, cuajándole varios
muletazos buenos de verdad. Su floja espada le dejó sin la salida a hombros.
Plaza de toros de Ciudad Real
Sábado 18 de
agosto.
Segunda
corrida de feria.
Media
entrada en tarde calurosa, con lluvia y viento en los toros tercero y cuarto.
Toros de
Daniel Ruiz, bien presentados, flojos. Nobles primero, tercero y quinto. Sosos
segundo y sexto. Complicado el segundo.
Pesos: 526,
493, 558, 483, 502 y 494 kilos.
Juan José
Padilla, de azul marino y oro con remates negros (Oreja y oreja)
Julián López
“El Juli”, de negro y oro (Dos orejas y oreja)
Sebastián
Castella, de turquesa y oro (Oreja y saludos tras aviso)
Juan José
Padilla y El Juli salieron a hombros por la puerta grande.
El matador
de toros Julián López “El Juli” costeó el 50 % de 200 entradas para jóvenes
menores de 30 años como iniciativa del diestro, a través del Foro Taurino de la
Juventud y de la empresa de Maximino Pérez, para fomentar la fiesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario