Alternativa de El Califa, El Juli y Sebastián Castella con los cornicortos
El toreo no es arte puro, es la expresión de un continente de emociones que sólo trasciende si lleva intrínseco el ingrediente de la emoción. Emoción, por el riesgo, por la belleza, pero no la indiferencia que provocaron los toros de Ernesto Gutiérrez la primera tarde de la Feria del Sol de Mérida.
Como me señaló un compañero en la barrera de la plaza, fue un festejo "políticamente correcto". Sus defensas, las que se supone debieron ser astas intactas e inmaculadas, eras unos topochitos insignificantes sin mensaje de emoción. El supuesto protagonista de la fiesta saltó a la arena como un perrito faldero puede saltar al regazo de su dueña, exigiendo cariño y caricias. Las caricias en el toreo, para ser consideradas expresiones de arte, deben ir acompañadas de la sensación de riesgo, peligro, deben generar emoción y pasión.
Nada de esto ocurrió, a pesar del esfuerzo de los toreros.
Sobre el papel, un gran cartel: El Juli y el francés Castella, como padrino y testigo de la alternativa de Hassan Rodríguez "El Califa de Aragua". El torero de Madrid exprimió el insípido cítritco manizaleta, e intentó se le perdonara la vida al segundo toro de su lote. La presencia del propio toro le recomendaba a la autoridad no lo hiciera, si es que se pretende premiar con el perdón de la vida al toro que reuna condiciones para transmitir a sus herederos la esesncia de la fiesta. Este adulcorado toro de Gutiérrez nada tiene que ver con esta reclamada esencia. No fueron más afortunados que El Juli el francés Sebastián Castella y el maracayero El Califa, ambos "políticamente correctos"
FICHA DEL FESTEJO
Viernes 17 de febrero de 2012. XLIII Feria del Sol 2012
I corrida de abono. Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo Sandia”
Con cielo nublado, en tarde calurosa y ventosa en la lidia de los tres primeros toros de la función, con poco más de tres cuartos de plaza, con claros en tendidos de sol y numerado de sombra (13000 personas aproximadamente), se han lidiado seis toros de ERNESTO GUTIÉRREZ, en su conjuntos muy dispares de presencia, pobres al extremo de pitones, en general sosos y descastados, pero con el común denominador de una nobleza extrema, destacando los corridos en 1º y 4º, este ultimo de nombre «Ejidense» Nº 204 de 470 kilos premiado con la vuelta al ruedo.
“EL JULI” (Azul turquesa y oro): oreja y dos orejas.
SEBASTIÁN CASTELLA (Sangre de toro y oro): oreja y silencio.
“EL CALIFA DE ARAGUA” (Rosa y oro): oreja y palmas
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