El tachirense Fabio Castañeda estaba anunciado con todas las de la Ley para actuar este 25 de diciembre en la Plaza de Toros de Cañaveralejo en el marco de la Feria de Cali, pero una acción retaliativa de la UNDECTOC - Unión de Toreros de Colombia - en contra de su par de Venezuela, la AVMTN, le impide al torero destacado en Las Ventas de Madrid y en el Coliseo de Nimes, tras brillante temporada en España, actuar en la gran feria del hermanos país.
EL VITO
El novillero venezolano Fabián Castañeda es el “pagaplatos” del affaire que provocó una situación penosa entre un grupo de toreros venezolanos que amenazó al matador de toros Sebastián Vargas cuando la empresa que en ese momento dirigían los señores Miguel Eduardo Dao y Francisco Dorado en Valencia.
Todo comenzó cuando el matador de toros Juan José Padilla fue herido en la plaza de Zaragoza, España. La empresa pretendió sustituirle por otro torero español, pero la agrupación de toreros de Venezuela, la AVTN lo impidió y exigió fuese reemplazado por un venezolano. La empresa hizo caso omiso de la exigencia y anunció en la sustitución al español Curro Díaz.
Mientras sucedía esta situación se conoció, públicamente, el anuncio de un veto a la plaza Monumental de Valencia por parte de la Unión de Toreros de España, veto que provocó la moracidad de la Empresa de Valencia de una deuda superior al medio millón de dólares (500 mil USD) a varios toreros asociados a la Unión.
Curro Díaz se solidarizó con sus compañeros españoles, sin embargo se regó la especie de haber presentado un parte médico, justificando su ausencia a causa de una lesión sufrida en un tentadero.
Miguel Eduardo Dao y Francisco Dorado solicitaron los servicios del mexicano Joselito Adame, pero este declinó las oferta hecha por los organizadores en solidaridad con el gremio español. Al final la empresa recurrió a la solicitud de los servicios profesionales del colombiano Sebastián Vargas, que había triunfado días antes en Maracaibo. Vargas se presentó a Valencia, sin haber visado contrato alguno en la Asociación de Toreros Venezolanos (AVMTN), irregularidad que crece debido a fallas en la administración del mreio de toreros criollo.
Estando Sebastián Vargas en Valencia fue increpado y dicen que también amenazado de muerte - "si llegaba a hacer el paseíllo"- por un grupo de toreros y de banderilleros venezolanos que le amenazaron en caso que llegara a actuar.
No sabemos a ciencia cierta si fue verdaderamente amenazado, pero hubo acciones violentas, como fue la que le infirieron al banderillero Rafael Orta que lo bañaron con puintura y gasolina, y la causa no fue otra que si gremio acordó con la empresa de Miguel Dao y Francisco Dorado, en vez de otro grupo de subalternos que ofreció sus servicios y que tiene el beneplácito de Leonardo Varela, directivo de la AVMTN.
La empresa de Miguel Dao y Paco Dorado redujeron el festejo a un mano a mano entre Finito de Córdoba y José Antonio Valencia.
Luego el gremio venezolano, alegando que César Girón, Manolo Escribano y Diego Silveti, españoles los primeros y mexicano el tercero actuaron con la empresa en conflicto fueron vetados por el gremio venezolano. Silveti fue eliminado de San Cristóbal, por acción obediente del empresario y ganadero Ricardo Ramírez para con la Asociación de Toreros, y en Maracay dicen que “sacaron de los carteles” – combinaciones que nunca se anunciaron ni han sido estructuradas- a Escribano y a Girón.
Así las cosas hasta llegar ahora a la Feria de Cali, donde ha sido vetado el novillero venezolano Fabio Castañeda, quien de puño y letra explica una aberrante situación en la que la Unión de Toreros de Colombia le impide actuar en la novillada de la Feria de Cali. Castañeda lo expresa en el siguiente comunicado:
COMUNICADO DE FABIO CASTAÑEDA
Quiero comunicar a todo los aficionados taurinos que no voy actuar el día 25 de diciembre en la feria de Cali por motivos de que la asociación de matadores de toros y novilleros (UNDETOC) de Colombia, ha roto relaciones con Venezuela y sin importar que yo venía contratado de España y que iba a Cali representando a la escuela de tauromaquia de Madrid me han negado el derecho de torear en esta feria”...
Continua Castañeda: “ Espero que la asociación de toreros de Venezuela tome cartas en el asunto ya que desde Cesar Girón ningún venezolano entraba en una feria importante en Colombia. Me han negado el derecho de torear en Colombia cuando los Colombianos van a Venezuela a torear donde quieran, como quieran y de la manera que quieran”.
De buena fuente supimos de la mejor disposición por parte de la empresa taurina gestora de la plaza de toros de Cali, así como la escuela taurina que allí labora en permitir su actuación, pero la presión de la UNDETOC, fue lo que inclino la balanza en contra del joven novillero venezolano.
UNA SITUACIÓN ABSURDA
Este conflicto entre los pares gremiales de Colombia y de Venezuela es tan absurdo como lo han sido hasta el momento los motivos esgrimidos `por el mremio de los venezolanos, la AVMTN.
Leonardo Varela, presidente de la Asociación Venezolana de Toreros por mandato de sus afiliados, ha incurrido a través de su gestión en serias irregularidades administrativas. Irregularidades denunciadas una y otra vez, siendo en su reincidencia en lo irregular únicos culpables los matadores de toros, novilleros y rejoneadores venezolanos, los socios de la AVMTN los únicos culpables que Leonardo Varela de manera irregular y de espaldas a las reglamentos y ordenanzas maneje el gremio.
La UNDETOC, el gremio de Colombia, actúa contra los intereses de los toreros colombianos, ya qwue con esta actitud de vetar a un novillero en la Feria de Cali le cierra las puertas a su gremio. La verdad verdadera es que en Colombia no torean los toreros venezolanos, desde hace mucho tiempo las plazas de Colombia le cerraron sus puertas a los venezolanos. Excepción de uno que otro intercambio con algún rejoneador o de las mojigangas que se celebran en las plazas de la frontera, espectáculos de medio que benefician tanto a los colombianos como colombianos, pero intrascendentes en su gran mayoría.
Desde hace tiempo, desde aquellos días del gran Nito Ortega, ha sido Venezuela la que les ha dado grandes oportunidades a los toreros de Colombia, como ha sido con Pepe Cáceres, ídolo de Maracay; los primeros pasos como novillero de Jaime González "El Puno". César Rincón,mucho antes de convertirse en figurón del toreo; y luego, cuando le mimó como torero favorito de nuestros públicos, Jorge Herrera, Enrique Calvo “El Cali”, ídolos como novilleros en las temporadas de Caracas, junto a una pléyade de espadas, algunos se hicieron matadores y otros llenaron de colombianidad la temporada nacional.Más recientemente Paquito Perlaza ,que hizo de Maracay y de Tovar sus escenarios de triunfo, entre muchísimos coletas que convirtieron Venezuela en trampolín para la realización de sus brillantes carreras.
Colombia, todo lo contrario, con la excepción de los hermanos César y Curro Girón, es territorio vedado para la torería colombiana, como también lo ha sido para la ganadería neogranadina que ha conseguido en la historia un territorio propicio para la comercialización de su ganado de lidia, cabaña que ahora alanza el calificativo de excelencia pero que en su etapa experimental, cuando los pioneros de la cría del toro de lidia de Colombia sembraron afición en Venezuela.
Es una pena, que dos países hermanos que tanto quieren la fiesta de los toros hayan caído en manos de líderes gremiales que no saben a ciencia cierta dónde están parados ni que les conviene a sus pueblos.
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