martes, 13 de diciembre de 2011

DIEGO SILVETI: Calificó la faena de mística, como el Milagro Guadalupano

Las ovaciones y los olés nunca los olvidaré. Y los gritos de 'torero... torero...' hicieron que me emocionara al máximo"

HORACIO SOTO CASTRO
Diario ESTO Cd. de México



AYER a mediodía, Diego Silveti no terminaba de digerir el triunfo que obtuvo la víspera en la plaza México, al cortar los máximos trofeos al toro Charro Cantor de Los Encinos. La sonrisa de felicidad no se le borraba de la cara.

"El triunfo que obtuve -dijo Silveti sin pecar de presunción- fue claro, contundente y trascendental, que me obligará a ser mejor cada día. Lo de ayer me produjo una serie de sentimientos que no puedo precisar. Desde luego lo disfruté ampliamente. Me hizo que me abandonara, que me entregara en lo que estaba haciendo, y que la emoción me aprisionara, que me embargara y que la fe me empujara a triunfar".

Hay que anteponer que lo realizado al toro de Los Encinos unificó criterios y surgió un gran poder de convocatoria con los medios de comunicación, pues desde las 8 de la mañana estuvo concediendo entrevistas y "hubo que esperar turno" para poder hablar con el matador de moda, quien gentilmente atendió a todo aquel que quisiera interrogarlo.

"El toro fue muy bueno, claro y con recorrido -anotó Diego- pero hubo momentos en que rascó y le faltó raza para que mereciera el indulto. Fue un toro que transmitía y humillaba. Fue un toro para mi toreo, de dimensiones extraordinarias y lo aproveché en todo su desempeño".

Más adelante, dijo que por respeto al juez, al público y al ganadero, se mostró indeciso sobre matarlo o no. Pero el juez le insistió en que tenía que matarlo y "monté la espada y me fui tras el morrillo. Mi ambición era triunfar y triunfé, pero seguramente me echó un capotazo la Virgen. Yo por mi parte, me tiré con mucha determinación y dejé una casi entera para que doblara y la gente se extasiara porque estaba esperando a que triunfara".

Durante la charla, el diestro de Irapuato calificó la faena de mística, como el Milagro Guadalupano. La faena fue con los pases clásicos pero "incluir los adornos la hizo más emocionante y que la gente vibrara. Las ovaciones y los olés nunca los olvidaré. Y los gritos de 'torero... torero...' hicieron que me emocionara al máximo".

Diego Silveti cerrará su temporada de este año toreando el 25 en la Santa María de Querétaro, y en la campaña del 2012 estará en las principales ferias de México, como Moroleón, León, Aguascalientes, Mérida, Guadalajara, y de la plaza México está en la mejor disposición de torear y cuando la empresa se lo indique, pues siempre ha habido buena relación. En marzo regresará a España, pues iniciará su campaña en Valencia y con la mira fija en confirmar su alternativa en la plaza de Las Ventas de Madrid.

Finalmente, dijo que lo que se está realizando en la actual temporada en la México, por los triunfos de los toreros jóvenes, sirva para que la fiesta en México tenga un fuerte resurgimiento.

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