Diego Valor, un torero de dimensión humana que luchó contra las deidades del sevillanismo
EL VITO
La muerte de Diego Puerta ocurre en un momento que su ejemplo debería resucitar para defender la fiesta, huérfana en Venezuela de quienes estén dispuestos a dar la vida por ella. Sí, por ella, por los toros que tanta vida nos ha dado.
Reunidos el martes en La Quintana –Solano López, Sabana Grande- hace ruido la noticia en la mesa. Tanto, pero tanto ruido, que el silencio surge como un fantasma y se posesiona del recinto que ocupan Los Amigos del Toro.
¿Qué temas pueden tratarse cuando realizamos de tan grande pérdida?
Recuerdos, eso sí, trae recuerdos y muchos.Como la tarde cuando Filiberto Mira estuvo en la tertulia de Los Amigos del Toro, que hablamos, y mucho conversamos, del maestro Puerta. Se refirió Filiberto a un día que el sevillano visitó Las Piletas,compartía con su peña de amigos sevillanos, porque Puerta fue el más sevillano de todos los de San Bernardo. Diego valor le reclamaba porque “No me quieren en Sevilla, Filiberto; al que quieren es a Romero y ese no es de aquí”.
Lo decía, contaba el cofrade relator, recostado de la barra en Las Piletas. “Fíjate –agregaba el valiente Diego- aquí estamos y nadie me conoce”.
Filiberto Mira sentenciaba que a Puerta le sobraba “un quintal” del valor que le faltaba a Romero; pero le falta “una miaja” de su encanto”.
El ejemplo de Diego Puerta, "Diego valor", conquistador muchas tardes de Sevilla, triunfador en Madrid y en Bilbao, torero de la Plaza México, que deslumbró a los caraqueños en el Nuevo Circo y fundó legiones de admiradores en Lima y en Bogotá, fue el ejemplo que pusimos por delante de Orlando Echenagucia, que reclamaba en un pasaje de la tertulia "es que los españoles no recuerdan a César Girón"... Nos preguntábamos -aunque ni de vaina estamos de acuerdo con Echenagucia-, si eso, lo que contó en nuestra tertulia Filiberto fue con Puerta ¿Qué queda para Girón, que era de Maracay? pues que los caraqueños, valencianos y maracayeros le exalten, le añores y recuerden porque su grandeza va más allá de las dimensiones del de Camas y también del de San bernardo.
Fue seco de trato Diego, aunque tuvimos el privilegio de compartir con él en el Parque Feria de Valencia cuando con Antonio Ordóñez, César Faraco y Beca Belmonte mató un festival con toros de Zacatepec y de Tierra Blanca.
Era en aquella época Oscar Aguerrevere socio de Manolo Chopera y de Sebastián González y con él, con Oscar fuimos a cenar en un sitio en el propio parquea. Allí descubrimos un personaje encantador, abierto, muy torero en sus anécdotas que por sobre todas las cosas respetaba su profesión.
Y del respeto a la profesión conversamos con Jesús Nieves, uno de los contertulios en Los Amigos del Toro. Comentábamos, y lo hicimos con mucha pena y vergüenza ajena, sobre los acontecimientos ocurridos en Valencia, que manchan el buen nombre de los toreros.
El doctor Ramírez Avendaño recién baja del avión que lo trae de Lima. Presenció dos festejos en Acho, conoció la ganadería de Rafael Puga y viene impresionado de la forma como vive la fiesta el Perú. “Somos, los extranjeros, bienvenidos. Nos tratan más que con afecto con mucho cariño. Impresiona el amor que sienten por los toros y por su caballo de paso, algo único. Casi mítica la relación.”
Orlando Echenagucia prepara viaje a Canaguá, a sus predios en El Rincón de los Toros, y nos anuncia la visita a la tertulia del muy respetado aficionado tachirense Pablo Duque para el martes 13 de diciembre. Es Duque un gran conferencista, domina el tema del ganado bravo y de los momentos importantes de la fiesta. No creo haya en Venezuela ser más versado que Pablo en lo concerniente a los pasodobles, sus temas, historia, autores y leyenda.
Tobías Uribe y Arturo Magaña recordaban a Juan Diego de México, protagonista de tantos eventos en la fiesta de los toros de Venezuela, y el Arq. Álvaro López convocaba una reunión que más tarde hubo en La Castañuela, donde hizo acto de presencia el Colegio de Arquitectos de Venezuela. ¿El tema? La agresión de los profesores Posani y Farruco con el mamotreto del Museo de la Arquitectura y los derechos de los ciudadanos en la urbe.
Ya fresca la tinta de estas líneas, nos enteramos que el Círculo Bienvenida, su presidente nacional Nelson Hernández, ya tiene un plan muy claro, para transitar distintos caminos a los que anduvimos recientemente, para rescatar la plaza de Caracas, el Nuevo Circo, para que vuelva por sus fueron naturales la Fiesta de los Toros en la capital
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