CARLOS SULBARAN Y “CHICO” PAREDES a hombros en Mérida

Víctor Ramírez “Vitico”



Los novilleros Carlos Sulbarán y Francisco “Chico” Paredes salieron a hombros en la tercera novillada sin picadores que organiza la escuela taurina “Humberto Álvarez” de Mérida, celebrada el domingo 6 de noviembre bajo una pertinaz lluvia. El encierro de Los Aranguez, con uno de Los Marañones, dio buen juego en líneas generales y permitió comprobar los avances de cinco de los alumnos de la escuela, ya que Camilo Cepeda resultó volteado y no pudo estoquear su eral.
Abrió plaza Carlos Sulbarán, que saludó con una larga cambiada de rodillas y buenas verónicas al primero, al que banderilleó con lucimiento en compañía de “Finito de Mérida” y Francisco “Chico” Paredes. El eral de Los Aranguez tuvo movilidad, recorrido y prontitud, aunque sin humillar demasiado. Centrado y con oficio, Sulbarán le toreó con gusto y temple en series de buenos muletazos con ambas manos. Demostró tener sitio, pues hilvanó una faena con reposo y empaque. Certero con la espada cortó dos orejas. Se hizo cargo de la lidia del novillo que lesionó a Camilo Cepeda, un ejemplar serio, al que Sulbarán toreó con temple, reposo y gusto. Destacó por la forma de enganchar y tocar las embestidas para llevarlas con un trazo largo. Se nota su oficio. Tras media estocada cortó la tercera oreja.
Jeyson Quintero “Finito de Mérida” saludó con una larga cambiada de rodillas a portagayola al segundo, banderilleando con voluntad. Precisamente fue la voluntad lo que no le faltó al joven torero, que por momentos corrió bien la mano ante el noble ejemplar de Los Aranguez, sin que su labor trascendiera. Faena empeñosa rematada mal con la espada, dando el torero una vuelta al ruedo un poco por su cuenta.
José Antonio Salas lanceó con buen aire a la verónica al tercero, de Los Marañones, un ejemplar que tuvo nobleza y clase. Salas le toreó bien por momentos, destacando varios naturales de buen trazo, mano baja y temple. No pudo durante el resto de la faena brillar al mismo nivel aunque dejó muletazos sueltos con clase y gusto. Mal con la espada, dio una vuelta al ruedo.
Camilo Cepeda se mostró embarullado con el capote, ante un novillo fuerte y serio al que inició la faena con buenos muletazos por alto, pero resultó fuertemente volteado al rematar la tanda y tuvo que pasar a la enfermería, de la cual no salió.
Francisco “Chico” Paredes recibió con una ajustada larga cambiada de rodillas a su eral y lo toreó bien a la verónica. Con la muleta, a pesar de la fuerte lluvia, Paredes demostró estar enterado, cuajando una larga y buena faena, en la que llevó con temple, enjundia y ligazón al buen novillo. Destaca este joven novillero por su alegría y conexión con el público. Pinchazo y estocada bastaron para que el presidente del festejo le otorgara el par de orejas.
Samuel Rivas se vio perjudicado por el mal estado del ruedo, muy castigado tras dos horas de lluvia, además de lidiar el ejemplar más serio de la tarde. Lo recibió con buenas verónicas y se lució en un rítmico quite por tafalleras. Rivas realizó una faena voluntariosa, en la que por momentos llevó largo y por abajo al novillo, que tuvo ciertas complicaciones. El joven torero nunca volvió la cara y lo intentó con sinceridad, destacando en una ajustadas bernadinas. Con la espada y el descabello estuvo mal y escuchó dos avisos.
Al final de la lluviosa tarde Carlos Sulbarán y Francisco “Chico” Paredes salieron a hombros por la puerta grande.
FICHA DE LA NOVILLADA
Plaza de toros de Mérida.
Domingo 6 de noviembre.
Cinco erales de Los Aranguez, bien presentados y de buen juego en líneas generales. Destacaron el bravo y encastado primero, el noble segundo y el encastado quinto. Complicados cuarto y sexto. El tercero de Los Marañones, chico, bravo y encastado.
Carlos Sulbarán, de rosa y oro: Dos orejas y oreja en el que lidió por Cepeda.
Jeyson Quintero “Finito de Mérida”, de burdeos y azabache: Vuelta.
José Antonio Salas, de azul marino y oro: Vuelta.
Camilo Cepeda, de verde esmeralda y plata: Lesionado, no estoqueó su eral.
Francisco “Chico” Paredes, de blanco y azabache: Dos orejas.
Samuel Rivas, de marfil y oro: Palmas tras dos avisos.
Se guardó un minuto de silencio en memoria de los matadores de toros Antonio Chenel “Antoñete”, Bernardo Valencia y del doctor Luis Dos Santos Belloso, presidente de la comisión taurina de Maracaibo.