Juan Bautista, uno de los muiy buenos toreros de Francia que ayer en Nimes se impuso a la gran figura que es Castella
Juan Bautista ha cortado la única oreja del mano a mano que ha dirimido este sábado en Nîmes con Sebastián Castella, un espectáculo decepcionante dado el escaso juego ofrecido por la corrida de Victoriano del Río, falta de raza y clase. Tanto Bautista, que cortó una oreja, como Sebastián Castella, que pudo obtener también un trofeo de no fallar con la espada, dieron ejemplo de entrega y tesón en las dos faenas de más relieve de la tarde.
Juan Bautista realizó una faena digna frente al primero, un toro de Victoriano del Río noble pero muy justo de fuerzas al que no pudo obligar. Lo mejor fue una tanda sobre el izquierdo. Fue ovacionado. El tercero fue un toro bien presentado y con calidad, pero que se dejó las fuerzas en el peto y llegó al último tercio sin transmisión. Bautista, que saludó con elegancia de capote, lo intentó a base de suavidad, pero no llegó al tendido. Lo mejor de su actuación llegó frente al quinto, con el que buscó en todo momento las dos orejas. Firmó un muy buen inicio de rodillas y dos tandas dejándose venir al toro, que se dejó aunque le faltó clase, por el derecho. Después se metió en el terreno del toro en una faena de más actitud que lucimiento. Entró a matar recibiendo y pinchó, lo que dejó el premio en una oreja.
Sebastián Castella sorteó el peor lote. El segundo fue un toro sardo que embistió agarrado al piso y que terminó viniéndose abajo. Sebastián Castella logró una buena tanda sobre la zurda, pero la faena no cobró cuerpo. Pinchó y fue silenciado. El cuarto fue un toro deslucido con el que Castella no se aburrió. Confió en él el francés y logró incluso que rompiera por abajo en una faena de mucho tesón y firmeza. Le sonó un aviso mientras toreaba y otro cuando trataba de descabellar. Habría cortado una oreja de caer antes el toro. Fue ovacionado. El sexto fue un toro deslucido, de cortísimo viaje y Castella no pudo hacer prácticamente nada con él, salvo pasaportarlo.
Plaza de toros de Nîmes. Quinta de La Vendimia. Toros de Victoriano del Río, bien presentados, salvo el primero pero de escaso juego en líneas generales: sin recorrido, sin fondo, sin clase. Juan Bautista, ovación, silencio y oreja y Sebastián Castella, silencio y ovación tras dos avisos y silencio.
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