EL CÍRCULO de AMIGOS de la DINASTÍA BIENVENIDA respalda la actitud de las Autoridades Taurinas de Quito ante el atropello gubernamental

Desde Madrid, España, con muy respetuosa amistad. Fernando Claramunt López. Presidente del Círculo de Amigos de la Dinastía Bienvenida

Madrid, 10 de Septiembre de 2011
Ante los acontecimientos derivados del borrador de la nueva Ordenanza Taurina en Quito, capital de Ecuador, atentatoria a los más elementales principios y fundamentos de la Tauromaquia y su máxima expresión que es la celebración de la corrida de toros, y que han motivado un acto de dignidad por la dimisión de la totalidad del Equipo de Autoridad de los Festejos Taurinos, dirigiendo una carta de renuncia al Alcalde del Distrito Metropolitano del Municipio de Quito, firmado por el presidente de plaza Don Santiago Teran Peñaherrera, la Junta Directiva del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida expresa sus sinceros sentimientos de respeto a tan difícil decisión, y de solidaridad y apoyo a todos y cada uno de los integrantes de dicho Equipo que tan honrada y acertadamente han venido desempeñando las competencias reglamentarias taurinas sobre el espectáculo en la capital ecuatoriana.

En su virtud, nuestro presidente Don Fernando Claramunt dirige a Don Santiago Teran el siguiente comunicado:
Respetuoso saludo y mensaje de solidaridad a don Santiago Terán.
Muy estimado señor:
Su dimisión como Presidente de la corridas de toros en la admirada Plaza de Quito, ha sido sin duda una decisión dolorosa y seria, pero saturada de dignidad y de un sentido hispanoamericano de hidalguía y caballerosidad que puede ser ejemplo y modelo en ciudades de uno y otro continente.

Como muy bien nos recuerda, querido señor Terán, se dice en el refranero popular de nuestra lengua, "no hay mal que cien años dure ni pueblo que lo resista".

Esperemos que el mal dure lo menos posible y el cabal respeto a nuestras tradiciones vuelva a ser lo que era en las ciudades de allá y en las de acá.

Ante la hombría de bien de un señor como es debido, ante ese sentido del honor, nos descubrimos con el mayor de los respetos y le rogamos que acepte la expresión no sólo de nuestra solidaridad sino de nuestro mayor afecto y respeto. Y, si nos permite decirlo, con el orgullo de ser sus amigos y de participar en los sentimentos de un país hermano, del que nos sentimos muy próximos y fraternalmente unidos.