ROSA JIMÉNEZ CANO: Ahora que el toreo es Cultura, ¿cómo se enseña el respeto?

"El torero o es cultura o no es"/ Simón Casas

ROSA JIMÉNEZ CANO
Blog de Toros/ EL PAÍS


En el último Consejo de Ministros, el mismo día en que se convocan elecciones adelantadas, llegó la noticia más esperada en el mundo de los toros . El paso de Interior a Cultura certifica el valor del toreo y lo fortalece ante amenazas externas.

Una de las primeras consecuencias, relevante para la crisis de taquilla, será la reducción del IVA. Otra que según los propios representantes de la fiesta es fácilmente homologable será el palco. Ya no solo habrá representantes de la autoridad. Quizá esto traigo cierta flexibilidad, en algunos casos muy necesaria, pero el mismo tiempo habrá que cuidarlo para no caer en una laxitud excesiva que termine por hacer seriedad a un espectáculo que quiere volver a florecer.

Es lamentable que solo dos días después de anunciarse que los toros son Cultura se falte al respeto a sí misma. Manolo Martín, empresario de la plaza balear de Inca, de traje, al ver que no tenían cómo devolver al quinto toro a los corrales, decidió darlo muerte el mismo. En la noticia de Mundotoro no solo falta algún tipo de comentario explicando que eso no es la fiesta, ni el toreo, ni nada que ver . No se encuentra ninguna denuncia, sino que, además de darle a la anécdota entidad de noticia, se refleja que el público pidió los trofeos.

Una falta respeto al público, a los trastos de torear, al ruedo y sobre todo al toreo. Si no se censuran y penalizan estas prácticas la cuesta abajo será más pronunciada.

¿O es que ya nadie se acuerda de cuando Morilla salió en un toro de Jesulín?