MARIANO anhela despedirse en ruedos de Venezuela

EL VITO

Uno de los comentarios más halagüeños que jamás he leído sobre un torero, lo hizo Conchita Cintrón una tarde de Mariano Ramos, luego de una faena de maestro en la plaza de Valencia, España. Fue aquel año que Mariano fue apoderado por don Alberto Alonso Belmonte. La diosa rubia, como apodaban a la maestra del rejoneo, fue siempre valiente en sus opiniones públicas y a más de una figura del toreo lo sentó de culo con sus irrefutables comentarios.
Mariano Ramos sigue en activo, su condición física es impresionante y su figura como maestro del toreo respetada sin reparos. Sale a los ruedos, como siempre, a competir y darse gusto toreando; porque el mexicano es torero de gustarse así mismo.
Lo recuerdo aquella tarde de enero de 1978, cuando San Cristóbal cerraba una brillante temporada su Feria de San Sebastián. Mariano se presentaba en Venezuela, y lo colocaron la última tarde como para salir de él y la empresa cumplir el compromiso con don Alberto Alonso, todo un señor y poderoso empresario de Las Ventas de Madrid. Pues “el charro” –Mariano es avezado jinete y charro de mucha categoría-, los sorprendió a todos. Inmortalizó al gran toro “Leñador” de Bella Vista y le cortó tres orejas a la corrida de González Gorrondona. Al mes se presentó a en Caracas, con toros de Begoña con El Capea y El Boris, más tarde regresó al Nuevo Circo en tarde histórica para el torero de La Viga, cuando Mariano le cortó las orejas a una corrida de San Miguel de Mimiahuapam. Fue una tarde de “agarrón” entre dos grandes del toreo, Paquirri y Mariano. Mariano por la puerta grande a hombros y Paquirri a la enfermería con una cornada.
Hoy Mariano Ramos está en sus planes de despedida, y nos ha manifestado su deseo de decir adiós a Venezuela. Conoce de los hierros nacionales y nos manifiesta que le gustaría despedirse, de ser posible, con ganado venezolano. En todo caso, su carrera de amplitud de figura del toreo, bien merece una despedida en los ruedos venezolanos