miércoles, 10 de agosto de 2011

El mexicano valiente, la erupción de Arturo Saldivar


Por Mauricio Romero

“Hoy hemos querido hacer justicia con este torero mexicano, que abrió la puerta grande en Valencia”, decía Enrique Romero con notas musicales, propias de una película de aventuras, como fondo e imágenes de Arturo Saldívar del día de la reaparición de José Tomás. La cápsula (1) se enmarcó con la frase de:"el mexicano valiente"


Los únicos momentos de toreros mexicanos en Toros para todos de Canal Sur habían sido de cornadas o intervenciones compartidas, a lo mucho. Nunca por una faena o una tarde de triunfo. Antes de salir en el citado programa andaluz, Saldívar visitó Tendido Cero, la emisión televisiva con mayor influencia en España.

Por qué motivo se apunta esto. Porque las menciones en radio, televisión, medios escritos e Internet traducen lo hecho hasta el momento por el torero aguascalientense; y no hablo solamente del número de apariciones, sino el porqué y la forma en la que se realizan éstas.

La situación mediática de los espadas mexicanos en la península ibérica es similar a la de las mujeres que osan vestirse de luces. Y me refiero a que si las crónicas y comentarios referentes a ellos extirparan el gentilicio de ellas significaría que empiezan a ser tratados como uno más. Como un torero más. A quien se le juzga por lo hecho en el ruedo, sin mencionar de dónde vino el artista. Y a ello se le podría llamar “respeto”.

La primera conquista estriba en aparecer en el mapa gracias a ese quehacer en la plaza. Por ahora Sergio Flores, Juan Pablo Sánchez y Arturo Saldívar lo están logrando.

Destino

El viernes 12 de agosto, en la plaza de Gijón, Diego Silveti recibirá las palabras que lo convertirán en matador de toros por parte de José Tomás. El diestro madrileño estuvo a punto de escucharlas del padre de su nuevo ahijado. El viacrucis ortopédico del Rey David lo impidió.

Hace un par de semanas tuve la oportunidad de entrevistar al maestro Luis Franciasco Esplá, sobre la preparación de los toreros. Al concatenar los conceptos del diestro alicantino con la biografía de la cuarta generación de los Silveti se puede dar una idea de lo que se espera del nuevo doctor en Tauromaquia.

“Hay una cuestión que a mí me preocupa mucho: es ese corte generacional que se ha creado entre los antiguos maestros y los chavales (…) es importante ese contacto. Yo aprendí absolutamente todo antes de ponerme delante de mi primer animal. Yo habiendo escuchado y habiendo atendido todas las historias que contaban los toreros aprendí muchísimo”/ Diego vivió lo mismo, en él ese corte generacional no existe. Al contrario: él es un eslabón.

“Se puede intuir (qué es el toreo). Pero al final hay que leer a los tratados y a los maestros. (…) es importante la Historia: para saber cómo era el toro antes, cómo eran los toreros, y si se puede hacer readaptaciones”/ Silveti ha leído, conoce la historia del toreo a partir de sus antepasados. Su apellido es una readaptación misma al siglo XXI, una readaptación estudiada, concientizada.

A la pregunta de qué le aconseja a los toreros, respondió: “Que estudien. (…) Tienen que estudiar (…) (Por) si prosperan en el toreo que sepan exactamente en qué momento y en qué situación se ubican”/ Diego Silveti del Bosque se convertirá en matador de toros a los 26 años de edad. Primero estudió una carrera universitaria, después siguió el camino de su sangre.

La Media

100 años 100 desde su nacimiento. Ganadero, torero bufo, comediante… artista: leyenda. Don Mario Moreno, para la posteridad Cantinflas. Todos rieron al verlo torear, bueno, algunos dejaron de lado el guión cómico y admiraron el conocimiento necesario para lograr llevarlo a cabo. Un maestro, Curro Romero reflexiona sobre la labor del mimo en el albero (2):

“Esto del toreo cómico tiene su técnica. (…)También ahí hay una Tauromaquia que la gente no conoce, hay que tener mucho conocimiento de los terrenos, de las distancias, de los toros, para poder hacer luego esas cosas. Por eso los toreros cómicos, como toreros que son, son dignos de todo respeto, aunque lo suyo sea hacer gracia.

“Uno de los toreros cómicos más grandes que ha habido quizás haya sido Mario Moreno, Cantinflas.

“(…) Cantinflas se conocía la técnica del toreo como un profesional. Yo creo que de chico querría ser torero. Si no, no se comprende que conociera la técnica con tanta perfección, como un profesional del toreo. Esa técnica no se aprende como no sea toreando. Y él lo hacía perfecto. Qué forma de cortar los toros, con lo difícil que es eso, hay que saber.

“(…) El mejor torero bufo que podía pensarse. En muchísimas películas sale toreando, y ahí se ve lo que sabía de toros este hombre y el cómico tan grande que era, en el sentido noble de la palabra cómico, el del arte.”

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