lunes, 15 de agosto de 2011

BOGOTÁ: Libardo… qué pasó con la espada?



Carolina Baquero
http://www.lamejortoros.com

La Santamaría se llenó hasta las banderas pero la afición que respondió a la invitación, no recibió la retribución a su fidelidad; un encierro con pocas posibilidades y muchos errores técnicos por parte de los matadores. Lo más destacado del festejo lo vimos en las buenas maneras del ubatense, Manuel Libardo.

El encierro del Paraíso propiedad de Don Jerónimo Pimentel, tuvo variedad en sus pintas pero desigual en su presentación; varios de los ejemplares sobrepasando los cinco años… su juego dejó mucho que desear, de seis ejemplares cinco con defectos marcados; excepto el lidiado en quinto lugar, un jabonero sucio que tuvo como principal cualidad su nobleza, fue fijo, atento y con mucha calidad en su embestida.

Cristóbal Pardo quien ofició como director de lidia, no tuvo suerte en el sorteo y unido a esto su inseguridad lo traicionó ante las dificultades propuestas por sus dos oponentes. En el primero de la tarde tuvo un buen desempeño con el capote y alegró los tendidos con el entretenido tercio de banderillas, además realizó una excelente labor con los doblones de recibo… la faena tuvo momentos altos y emotivos pero se fue a menos. Con el segundo de su lote fue poco lo que pudo hacer, faltó fuerza y firmeza en su mano ante un ejemplar enrazado pero que acusaba peligro y mansedumbre; la faena fue corta y remató con un mal tercio de muerte. Silencio tras aviso y silencio tras aviso.

El segundo alternante de la tarde fue el matador de la capital lechera de Colombia, Manuel Libardo; quien fue el dueño de los mejores momentos técnicos y artísticos del festejo. Sus dos faenas, en especial la segunda, estuvieron cargadas de ligazón, temple y calidad… logró cuajar momentos de conexión con el público, sin llegar a la exageración o al tremendismo, todo estuvo dentro de la seguridad, seriedad y serenidad que lo caracterizan; desafortunadamente el diestro Libardo tiene por talón de Aquiles, el último tercio de la lidia… perdió todo su esfuerzo con la muleta en la espada. Palmas y división tras dos avisos.

Finalizaba el cartel, el bogotano Moreno Muñoz a quien se le vio muy irregular en su toreo y actitud, tuvo momentos de empeño y otros de desgano total. En su primer ejemplar le dejó toda la tarea de brega y manejo del toro a su colocado Jaime Devia, quien hizo la labor de lidiador que le correspondía al matador con el capote; con la muleta estuvo desordenado y algo desorientado. Con el sexto y último de la tarde la gente estuvo con él…la verdad creo que fue tras una fuerte voltereta de la cual gracias a Dios salió bien librado el torero, que la afición quiso recompensar su valor; sin embargo no pasó nada técnicamente. Silencio y palmas.

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