Lucas Pérez | Madrid
Sergio Flores se recupera satisfactoriamente del grave percance sufrido la noche del dimingo en la plaza de toros de las Ventas en la que un novillo de Javier Molina le infierió cuatro cornadas, la más grave en el cuello de 15 centímetros. "Esta mañana estaba algo mejor pero ha pasado la noche fastidiado, vomitando la anestesia y con muchos dolores por todo el cuerpo. Le dolía mucho el pecho pero le han hecho pruebas y era resultado de que le había entrado aire", asegura su apoderado Antonio Pedrosa.
El percance del novillero mexicano marcó este domingo la novillada en Las Ventas. El mexicano fue cogido por el cuarto novillo de Javier Molina, que le infirió una cornada de 15 centímetros en el cuello, de pronóstico grave, que contusionó la carótida, la tráquea y las venas yugulares. «Ha tenido una suerte tremenda, le entró aire por el cuello y empezó a echar espuma por la boca, lo que asustó mucho a todo el mundo, aseguraba el apoderado del torero Antonio Pedrosa.
Además de la herida del cuello, el parte médico firmado por el doctor Máximo García Padrós aseguraba que Flores sufrió otras tres cornadas más: dos en el muslo de 15 y cinco centímetros y otra en los testículos y el pene. El mexicano fue cogido cuando toreaba en redondo a su segundo, que se lo llevó por delante y lo lanzó sobre la arena, donde le lanzó varios derrotes, uno de ellos le alcanzó el cuello.
Antes, Flores había realizado una faena de menos a más en su primero, muy firme, ratificando las virtudes que ya apuntara en San Isidro. La petición de oreja no fue suficiente y el mexicano se tuvo que conformar con una vuelta al ruedo.
Adolfo Ramos se llevó una tremenda paliza en el segundo, que le levantó por los aires al iniciar la faena. Lo siguió intentando, pero el novillo, que lo volteó de nuevo al entrar a matar, no le dio opción alguna. Dejó muestras de sus buenas maneras frente al quinto, que se vino abajo.
El tercero armó un tremendo revuelo al saltar al callejón con gran limpieza de salida. No corrigió su manso comportamiento en toda la lidia el de Javier Molina, que sin embargo se dejó, lo que aprovechó Luis Gerpe para llegar al tendido a base voluntad. Volvió a poner empeño con el jabonero sexto y fue despedido entre aplausos.
Ante 12.000 personas, se lidiaron novillos de Javier Molina bien presentados y de poco juego. Sergio Flores, vuelta tras petición. Adolfo Ramos, silencio tras aviso, silencio en el que mató por Flores y aplausos tras aviso. Luis Gerpe, vuelta al ruedo y palmas de despedida
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