La plaza de toros frente a la inmensidad del Atlántico, en el medio del camino entre América y Europa en las heroicas Azores
El descastamiento generalizado de los novillos de la ganadería azoreña de Rego Botelho deslució la gran fiesta de exaltación del toreo a pie que pretendía ser la corrida goyesca, primera de estas características que se organiza en Portugal, que cerraba la feria de Sanjoaninas de Isla Terceira, sólo con toreros de a pie en el cartel con un lleno total en los tendidos.
Para resaltar aún más el acontecimiento, esta vez la corrida no empezó con las protocolarias “cortesías” que abren los festejos en Portugal, sino con un paseíllo en toda regla, con mulillas y picadores incluidos, aunque luego estos no participaran en el festejo. El público dedicó una fuerte ovación a la aparición de los varilargueros en el ruedo, reflejando así el gran afán de la afición terceirense: que de una vez por todas la suerte de varas sea permitida por ley en su territorio.
Pero el entusiasmo fue bajando de grados a medida que fueron saliendo por chiqueros los novillos de la divisa local de Rego Botelho, que mostraron sin excepción un acusado descastamiento. Salvo el sexto, que embistió con mayor entrega y calidad, aunque también tuvo la raza muy medida, los demás se defendieron y protestaron ante los engaños, para acabar rajados en tablas.
Arlindo Teles, organizador junto a la peña de Terceira del gran acontecimiento taurino de Azores
Uceda Leal apenas tuvo opciones, pues el que abrió plaza, tras un buen quite por verónicas del madrileño, se fue a tablas tras un par de series de muletazos, mientras que el cuarto no dejó de protestar a cabezazos una vez que Uceda se lució de nuevo con el capote en unos templados lances a pies juntos de recibo.
El Juli en la Goyesca, fue pura entrega
El Juli, del que aún se recuerda el gran triunfo logrado hace dos años en esta plaza, se sobrepuso con entrega, valor y técnica a un primero de lote del que sacó prestaciones insospechadas. Rajado también el astado después de un buen quite por chicuelinas, Juli supo encelarlo en la muleta para, de mitad de faena en adelante, cuajarlo con variedad en terrenos de cercanías, en un alarde de magisterio. El quinto fue un novillo manso y que desarrolló sentido. En ningún momento se afligió el diestro madrileño ante el evidente peligro, sino que intentó torearlo por ambos pitones y, vista ya la imposibilidad de lucimiento, se dobló con él en un macheteo de gran torería y poder.
Otra de las faenas de la tarde fue la de Leandro al sexto, el único de los astados de Rego Botelho que embistió con clase a la muleta. El torero de Valladolid tardó un tanto en centrarse con él hasta que consiguió atemperarlo tanto como lo hubiera logrado un puyazo. Entonces surgieron derechazos, naturales y adornos en los que se dejó ver el gusto clásico de Leandro, que resultó arrollado sin consecuencias cuando también este novillo optó por tomar el camino de las tablas.
Monumento al toro bravo en el corazón del Océano Atlántico
Ficha del festejo:
Isla Terceira (Azores-Portugal), domingo 26 de junio. Cuarta y última de la feria de Sanjoaninas. Corrida goyesca.
Ganadería:
Seis novillos de Rego Botelho, de correcta presencia y de juego descastado. El 6º fue el de mayor nobleza y calidad.
Toreros:
Uceda Leal (salmón e hilo negro): Silencio y ovación.
El Juli (añil e hilo negro): Vuelta al ruedo y gran ovación.
Leandro (salmón e hilo negro): Palmas y vuelta al ruedo.
Destacaron con las banderillas Miguel Martín y los azoreños Joâo Pedro Silva y Jorge Silva.
Lleno total en los tendidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario