El ganadero Miguel Gutiérrez Arango y Luis Bolívar, primera figura del toreo colombiano, juntos en tarde de triunfo.
EL VITO
En los toros, como todo en la vida, existe “el momento”; y hay que aprovechar el momento, si se pretende el éxito.
Hemos sido testigos, amables lectores, del gran momento por el que atraviesa la ganadería de Miguel Gutiérrez, encaste colombiano que dirige con vocación y entrega un gran ganadero, al que hace poco le hemos visto escribir sobre las arenas antioqueñas de La Mararena, una de las tardes históricas del templo del toreo de Medellín.
Fue la tarde del cierre de le temporada del 2011, hace exactamente una semana cuando Manuel de Jesús “El Cid”, Víctor Puerto y Luis Bolívar tuvieron en sus manos, por un momento, los mejores toros que se crían en el continente americano.
Vamos por parte, queridos amigos, y así evitar las exageraciones.
Venimos observando la ganadería de Dosgutiérrez, desde que es conducida por el criador Miguel Gutiérrez, desde hace ocho o nueve años aproximadamente, pero antes, cosa de casi 40 años, tuvimos el privilegio de conocer a los hermanos Hernán y Ernesto Gutiérrez, cuando por conducto de Jerónimo Pimentel trajeron al Nuevo Circo de Caracas sus novillos para las temporadas que en la plaza capitalina organizaba Gregorio Quijano.
Antes, en Mérida, la Semana Santa de 1968, el Sábado de Gloria que cayó aquel año en día 13 de abril. Los toros de Gutiérrez dieron brillante juego en la Monumental Plaza de Toros de la Ciudad de los Caballeros. Un encierro magnífico, con el que triunfaron el mexicano Alfredo Leal, el colombiano Pepe Cáceres y el maestro venezolano Curro Girón. Aquellos toros de Murube, se habían convertido en una referencia para los aficionados más exigentes desde que en 1952 sus exigentes propietarios refrescaron el hato que fundaron con vacas de Pepe Estela, dos toros de Clara Sierra y el toro Fundador del doctor González Piedrahita, de procedencia mexicana, con 30 vacas de don Carlos Urquijo de Federico, primeras de esta procedencia que llegaban a tierras americanas, y los sementales Empotrado y Millonario, también con sangre saavedreña. La ganadería de fundó con el nombre de “Dos Gutiérrez”, pero el gran aficionado mexicano Juan Pellicer, muy amigo de estos señores ganaderos, influyó para que se reunieran las dos palabras en el ahora famoso nombre de “Dosgutiérrez”.
Una leyenda surgió entre quienes seguíamos la huella de Dosgutiérrez cuando en 1969 se partiera en dos, las ganaderías de Jorge Gutiérrez Gómez y de Ernesto Gutiérrez Arango, dos ganaderías en manos distintas, que se distanciarían no sólo en las formas sino en el comportamiento de sus reses.
Recordamos como si fuera ayer, recién fundado el diario Meridiano que de Manizales llegaron a nuestra redacción cables que reseñaban un hecho insólito. Dosgutiérrez lidió dos corridas de toros, 14 toros, el mismo día, en la misma plaza, con igual éxito. Catorce orejas, y el reconocimiento universal de su jerarquía ocurrido el 11 de enero de 1970.
Hoy la ganadería la conduce el Médico Veterinario Miguel Gutiérrez, quien lleva ocho años consecutivos figurando en los carteles de la Feria del Sol, de Mérida.
En estos ocho años, incluso antes cuando en Valencia los toros de Miguel Gutiérrez fueron los toros contratados para el debut de José Tomás, hemos sido testigos de una muy interesante evolución de estas reses, en su fenotipo y comportamiento, sorprendiéndonos gratamente lo recién visto en Medellín, plaza donde antes del éxito del que fuéramos testigos ya había triunfado esta divisa clamorosamente.
Hoy, ya visto lo comentado, es Dosgutérrez el motivo para nuestra convocatoria a la Feria del Sol que se inicia la semana entrante en Mérida, la tarde del siete con Antonio Barrera, El Fandi y el tovareño Rafael Orellana en el cartel.
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