martes, 11 de enero de 2011

PERICO Y CUATRO SEÑORES TOROS DE REAL DE SALTILLO

JARDINERO DE SAN MATEO

Cuando una corrida es mala, resulta casi normal; cuando dos consecutivas, son malas, hay mala suerte pero cuando tres en domingos seguidos son soporíferas, hay que averiguar las causas. Partieron plaza Manolo Mejía –al fin de su carrera-, Pedro Gutiérrez “El Capea”, quien ha mejorado muchísimo- y Mario Aguilar que va de fracaso en fracaso porque desconoce lo fundamental de la lidia. Esta vez no podemos quejarnos del encierro, Carlos Peralta mandó seis bravos ejemplares de su dehesa de extraordinaria lámina sobresaliendo el 1º. “Poca Pena”, el 2º. que marcó 566 kgs. “Granadillo”, el 3º. “Josinero” y “Avispado” que corrió se en 4º. lugar. Si bien tuvieron también excelente trapío el 5º. “Timador” y el 6º. “Risueño”, no mostraron la calidad y bravura de sus hermanos.
Mejía a sus 45 años debe hacer un ejercicio de reflexión. Ha fracasado dos veces consecutivas en La México. Al primero, con un señor muletón y a toda la distancia posible, -el aire le molestaba-, poco hizo para su fortuna, menos todavía con el estoque buscando el tradicional rincón de Tacuba. En su segundo, una catedral en términos nuestros, le puso voluntad con la capa pero permitió que se le castigara excesivamente. Se fue a tablas y pese al buen recorrido del toro, quedó inédito por la falta de voluntad y repitió la muerte en su sitio preferido. Las cosas se compusieron con el segundo de la tarde, un cromo, cuajado y con pitones a quien Capea le instrumentó chicuelinas con arte, lo cuidó, se dobló con él en tablas y evidenció que le está tomando la distancia al toro mexicano. Por la derecha lo toreó templado y largo, aprovechando la nobleza del animal. Repitió nuevamente por ese magnífico lado, mostrando sus adelantos hasta ligar algunos derechazos de muchos kilates donde algunos quisieron ver destellos del arte de su señor padre. Como mató en lo alto, una porción de la clientela se manifestó por la oreja y el juez obsequioso, como siempre, se la concedió para que él en la vuelta al ruedo se la diese a un amigo. Si algunos de los toreros que vemos progresan como Perico, de tarde en tarde, la fortuna estaría de nuestro lado. En su segundo, El Capea se esforzó con cambiados de rodillas y volvió a mostrar su oficio con la capa. Mostró sus habilidades artísticas al llevar al caballo y al comenzar la faena dio un trincherazo que presagiaba grandes cosas. Probó por la derecha y el toro iba, sin embargo él se empeñó en una faena izquierdista que si bien mostró oficio y plástica, no convenció al respetable que al desacertar con el estoque le pitó después del aviso. Volviendo a Mario Aguilar habrá que destacar la espléndida pelea con el caballo del tercer burel que tenía mucho más que mostrar pero pedía un torero y él no lo fue. Se mostró sin sitio, sin la lidia adecuada e infumable con el estoque, le tocó esta vez una de las dos catedrales. Intentó matar con una media caída, fracasó en el descabello y oyó hasta dos avisos, tardado el segundo por la complicidad del juez. Al arrastre, aplausos a ese magnífico animal de 612 Kgs. Del sexto, nada que reseñar, mal picado, resultó el lunar del encierro pero el torero en turno no encontró la cuadratura, ni trazo, ni línea, ni orden, ni nada. Se escuchó otro aviso y sumando se llevó tres avisos a cuestas.
Pero como en la fiesta lo único que se mantiene es el optimismo, vamos a hablar de las corridas de aniversario. Se dice que Enrique Ponce no vendrá a La México porque no encuentra cabida en el cartel del 5 de febrero. No lo sabemos, porque Ponce es la tradición española más fuerte en esa corrida de celebración desde que partió plaza en 1993. Repitió en 1996, 1997, 1998, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 2006 y no encontramos razón para no ser acartelado y si como se dice vendrán por sus propios méritos Perera y Castella, uno de ellos puede pasar al 6 de febrero. Lo complicado no son las figuras españolas, allí están además Talavante y quizá el mismo Capea, más lo que surja en este mes. El problema está en los nuestros, porque si hacemos una revisión de las 10 corridas celebradas, sólo triunfó ampliamente El Payo y si se quiere recurrir a El Zotoluco hay que hacerlo con precaución. Hablaremos del ganado, después.
El domingo próximo se presenta en la Plaza México, Diego Ventura, la figura portuguesa de más éxitos en España el año pasado, si bien toreó menos que Moura y Hermoso de Mendoza, cortó más apéndices y entre sus triunfos más resonantes están el haber salido siete veces por la Puerta del Príncipe en Sevilla y siete en Madrid y una en Campo Pequeño en Lisboa con tres vueltas al ruedo, que es el máximo trofeo. Trae varias cabalgaduras que van a impresionar al público que ama el espectáculo equino. Recibirá a portagayola con “Triana”, luego “Revuelo” (piruetas y recortes), “Distinto” (banderillas al quiebro), “Wellington” (quiebros), “Nazarí” (vueltas de costado), “Maletilla”, “Chocolate” (de salida) y las magníficas monturas “Califa” (muerte) y “Morante”, su consentido, (banderillas y da sus conocidas mordidas que sacudirán a la plaza). NO FALTE, LE ENCANTA

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