GRAN TARDE DE TOROS EN MONTERREY, CON APOTEÓSIS DE ZOTOLUCO

El gran Zotoluco, quien vive un gran momento profesional, indultó un toro de Fernando de la Mora en Monterrey. Ya curado el bravo "Mar de Nubes" recibió la visita del maestro en los corrales de la Plaza Monumental "LOrenzo Garza" de la capital de Nuevo León

Con mas de media entrada se ha celebrado esta tarde la corrida de toros anunciada en la Monumental de Monterrey.
Se lidió un muy bien presentado encierro de FERNANDO DE LA MORA, que han dado buen juego, destacando el lidiado en cuarto lugar, al que se le perdonó la vida, número 161, de nombre "Mar de Nubes".
ZOTOLUCO, le cuajó una faena magistral a su primero, haciéndole las cosas por nota. Una faena de altos vuelos, que desafortunadamente no coronó con la espada, Tras pincharlo en tres ocasiones lo mató de media y un descabello. Ovación.
En su segundo vino lo grande, al realizar un trasteo muy emotivo y de mucha ligazón y sentimiento.
Desde que se abrió de capa, se notó que sería algo grande, lo cuajó en verónicas cadenciosas y muy bien rematadas. Con la muleta lo entendió, lo consintió y lo fue administrando en una gran faena muy completa y por ambas manos, se dio gusto toreándolo. Cuando la faena estaba en lo más alto, se acercó a la barrera a pedir la espada, y el público empezó a solicitar el indulto, que fue inmediatamente concedido por le juez.
Dio una triunfal vuelta al ruedo con el Ganadero Fernando de la Mora, devolviendo prendas.
SEBASTIÁN CASTELLA, corrió con mala suerte en su lote, ya que sus dos toros se despitorraron. Su primero fue sustituido por uno de la misma ganadería que fue bueno y en el que Castella estuvo muy valiente en una faena de mucho aguante y ligazón. Lo mató de tres cuartos de acero, y le cortó una merecida oreja.
Su segundo también perdió un pitón, y fue repuesto por un sobrero de Begoña, que no sirvió, y cumplió con él decorosamente.
ARTURO SALDÍVAR, ha tenido una tarde muy completa, en su primero hizo una faena muy decidida y firme a un toro que no fue fácil. Lo mató de estocada entera, aunque un poco trasera, la petición fue unánime, y el juez no concedió lo que hubiera sido una muy merecida oreja.
En su segundo volvió a estar por el mismo tenor, de valor y de deseos. Le hizo otra faena interesante, ahora sí coronada con una estocada en buen sitio. Una oreja con petición de la segunda que no fue concedida.
Dejó una gratísima impresión en su presentación en la Monumental de Monterrey.