Analizan la necesidad de ajustar la oferta y la demanda y de unificar reglamentos
ABC / AZORES
Finalizado el IX Congreso Mundial de Ganaderos, celebrado en Isla Terceira de las Azores (Portugal), se han extraído importantes conclusiones en relación a la economía del toro de lidia y la necesidad de ajustar oferta y demanda en unos tiempos en los que son miles los toros sobrantes en el campo por la crisis. La época de "vacas gordas", en la que se celebraban innúmeros festejos por la piel taurina, ha pasado a "vacas flacas" por la reducción de espectáculos. Además de analizar la situación económica de la Fiesta, también se han tratado asuntos como la crianza del toro de lidia, la sanidad del ganado, el uso de las fundas (debate en el que Victorino Martín sorprendió al comentar que en su ganadería también se planteaban recurrir a ellas), el turismo taurino, el Libro Genealógico y el papel de los medios de comunicación.
Las principales conclusiones fueron las siguientes:
-La calidad en la Fiesta radica en una mayor implicación por parte del sector ganadero en la economía del toro.
-Los elevados costes de producción del toro hacen insostenible la viabilidad de la Tauromaquia y evitan que sea un espectáculo que pueda competir con las ofertas de ocio en el mercado.
-El 6% es el porcentaje de participación del sector ganadero en la actualidad, pero sería necesario llegar al 11% para conseguir cubrir costes de producción.
-Necesidad inminente de ajustar la oferta y la demanda.
-La crianza del toro debe estar orientada en la búsqueda de un animal con emoción y bravura, directamente relacionado con la mejora del espectáculo.
-La ausencia de patrocinio, de inversión y de masa crítica condicionan la modernidad de la Tauromaquia.
-Transmitir un compromiso responsable y coherente ayudará a la Tauromaquia.
-El nivel de exigencia al toro en la actualidad ha llegado a unos parámetros que no son naturales. Y puede ser calificado como fraude hacer ver al público que el toro no puede ser de otra condición.
-La ausencia de formación de las autoridades y los baremos de los veterinarios repercuten negativamente.
-La atomización de los reglamentos taurinos posibilitará una coherencia y una uniformidad para cumplir los requisitos.
-La potencia económica de la Fiesta se encuentra en la búsqueda de un espectáculo de mejor calidad, basado en el toro como pilar fundamental.
-El exponencial crecimiento en el número de festejos de los últimos años no ha revertido beneficio a los ganaderos: es necesario un ajuste oferta y demanda.
-Hay que ofrecer un espectáculo con capacidad de sorprender, más reducido. El exceso de conocimiento técnico de los toreros, unido a una depurada selección de los toros, nos ha llevado a un espectáculo predecible.
-Hay que evitar los protagonismos innecesarios de ciertos profesionales que pueden condicionar el espectáculo.
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