La solera de Mondoñedo se remonta a las primeras décadas del siglo pasado, en un país que salía de una larga guerra civil; la de los Mil Días.
Colombia había perdido a Panamá e intentaba colarse en medio de severas turbulencias políticas y económicas en la modernidad con incipientes vía de comunicación y cambios estructurales en lo poético y en lo político.
Don Ignacio Sanz de Santamaría , un adelantado, intrépido, soñador ( con los pies en la tierra eso sí ) funda su ganadería, Mondoñedo, trae sangre Veragueña y en los tiempos en que los cachacos bogotanos danzaban con arrulladores pasillos y bambucos, él decide construir una plaza de toros colindante al parque del Centenario ( que se construyó para conmemorar los sucesos de 1810 que marcaron los acontecimientos que hoy conocemos como el proceso de independencia de la carona española ) y se inaugura bajo el mandato del presidente Olaya Herrera en 1931 con Gallito de Zafra, Mariano Rodríguez «El Exquisito» y «el valenciano » Tigre de Ruzafa «. Obviamente con los toros de Mondoñedo ( por primera vez los aficionados de esos años entre sorprendidos e incrédulos vieron la suerte de varas y toros de casta ).
Don Ignacio trae desde Puebla del Río para que nos ayudara a entender el manejo del ganado bravo , a don Julio de la Olla que se vino con su pariente don Francisco García ( quien mas tarde fundara Vistahermosa que hoy existe por partición de herencia en dos ríos comunes, Punta Umbria y Vista Hermosa, encaste santa Coloma vía Joaquín Buendía). Verdadera odisea transportar por barco esos primeros productos, luego por el río Magdalena y después utilizar la cordillera para llegar al pequeño pueblo de Mosquera fundado en honor del general Tomás Cipriano de Mosquera . Aguantaron tan proceloso viaje desde el otro lado del Atlántico esos sementales. Casta es casta.
Farley Betancourt Henao nuestro jefe de fotografía visitó las instalaciones de la finca donde pastan esos toros que hoy tienen encaste Contreras que fueron vitales en el toreo entre los años 20 y fines del 60 del siglo XX ( el Contreras emparentado con lo Murube ) visita que se hizo días antes de que se corrieran toros de esa divisa ( se cumplió el sábado 15 de enero en Puente Piedra ) y pudo admirar las viejas instalaciones a donde llegaron esos primeros sementales y la plaza de tientas en la que , entre otros Manolete, Dominguín, Arruza probaron vacas de la época en la que ya el hijo de don Ignacio, don José ( padre de don Fermín y abuelo de Gonzalo, cuarta generación de los Sanz de Santamaría ) era el propietario.
Con la invitación de don Gonzalo a que ingresemos a ese territorio de quimeras que es la primera imagen de esta nota, algunas fotos de esa visita que es el testimonio de agradecimiento a esa familia que este sábado nos emocionó con el juego de los seis toros, con la suerte de varas, con ejemplares que embestían con ímpetu, con bravura no exenta de nobleza esa contradicción que algunos niegan en el toro de lidia y que creo es la mejor expresión de nuestro ritual.
Este breve pero entrañable recorrido gráfico de Farley tiene aroma de lo añejo, de continuidad, de sacrificio, de persistencia en criar un toro que muere en la plaza , es verdad ( reitero que los taurinos no escondemos la muerte, la miramos de frente, no la eludimos ) para que la especie viva en el campo. Es el sentido y obligante homenaje de tendido7 a Mondoñedo y a lo que representa en nuestro ceremonial.
Esta imagen es histórica. Es la plaza mas antigua de Colombia. y captada desde una encina por Farley Betancourt
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