Por Justino Sanchón.
Torera en los años 90, comentarista taurina y apoderada, Cristina Sánchez (Parla, 1972) rompió techos de cristal en una profesión dominada por hombres y fue pionera en ponerse delante del toro, al que considera “el único que no tiene prejuicios” por razón de sexo y mide del mismo modo al hombre o la mujer que tiene delante.
Afable, de verbo fluido y con sentido, en una entrevista antes de pronunciar el pregón mayor del Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo (Salamanca), Sánchez reconoce su impronta en el mundo de toro, al vestirse de luces cuando antes ninguna mujer lo había hecho, aunque no considera que en esa profesión “por el hecho de ser mujer se vaya a torear más o menos”.
No se considera feminista, sino “pionera” como torera, ya que tomó la alternativa en Nimes (Francia), un 25 de mayo de 1996, teniendo como padrino a Curro Romero y de testigo a José María Manzanares, y confirmó la alternativa en Las Ventas, en Madrid, el 12 de mayo del 98.
“Aquí no ocurre que por el hecho de ser mujer vayas a torear más o menos. Tendrás que demostrarlo. Y ya está. Es que la profesión del toro es muy difícil para un hombre y para una mujer. Imagina la cantidad de hombres que hay y que no llegan a cumplir sus objetivos”, ha añadido.
Sin embargo, Cristina Sánchez reconoce que con los años comienza a verse a más mujeres incorporándose o acercándose al mundo de los toros, algo que ella considera como “más normal”, tras ver que hay “más mujeres en las escuelas taurinas”.
Pero, preguntada cuál es motivo de que no haya muchas mujeres que lleguen a triunfar, o a tomar la alternativa, como toreras, reconoce que se trata de una profesión “de alto riesgo, de alto compromiso”, incluso la califica de “elitista”, en el sentido de que obliga “a dejar todo un mundo y dedicarse en cuerpo y alma a ello”.
Es más, Cristina Sánchez ha afirmado que se trata de una “profesional vocacional”, por tener aparejado un “riesgo” claro y concreto, “no solo el de la muerte, sino de las cogidas, de las heridas, de los golpes”.
La torera ha afirmado, con rotundidad, que no comparte “para nada el feminismo que hay ahora” y ha apostado por que “cualquier persona que se quiera dedicar a una profesión, si tiene aptitudes, la tienen que dejar”.
Ahora bien, “tiene que tener la posibilidad de demostrarlo” y, en el caso del toreo, el animal “sale para todos” y ha añadido: “el toro es el único que no tiene prejuicios, que no te pide ni el carné. Si eres capaz, tiras para adelante”.
“El toro es el único que no es racional, que no está sucio de prejuicios”, ha señalado la exmatadora, quien ha recordado que ahora ayuda a una chica salmantina, Raquel Martín, a la que ve con aptitudes, aunque le ha indicado que si quiere dedicarse a este mundo “tiene que tener un alto grado de exigencia y de responsabilidad y tiene que demostrarlo”.
En su análisis del papel de la mujer en el mundo del toro, Cristina Sánchez ha definido como una “chorrada” aquella opinión que considera la fiesta nacional como machista, aunque tiene claro que en el mundo del toro “el hombre es el que siempre ha predominado, como en el fútbol o el tenis”.
A pesar de ello, ha considerado que “gracias a Dios todo se ha ido equiparando, en un proceso lógico y natural de la vida” y ha reconocido “diferencias” entre la mujer y el hombre, porque “si fuéramos todos iguales qué triste pena”.
En 1999, cuando anunció su retirada como matadora, dijo adiós entre lamentos, pesares y alguna que otra crítica, como cuando dijo sentirse “desmotivada” o “desilusionada”, incluso llegó a afirmar que nunca pensó que sus compañeros se lo iban a “poner tan difícil”.
Ahora, 24 años después, Cristina Sánchez ha sido más cauta, lo que le ha llevado a considerar que “haciendo revisión y mirando con la objetividad que da el tiempo” se ha podido dar cuenta que ella misma “podría haber hecho mejor las cosas” y que en aquellos momentos “ni cuenta te das”.
“Pero jamás he guardado rencor al toro, ni me he metido con el toro, ni cuando anuncié mi retirada. Es la desilusión que una tiene por dejar algo que ha sido tu vida, pero seguí en el mundo del toro y sigo trabajando en él. Y sobre todo, tengo el respeto y la admiración de todos los que componen el toro, no solo de los compañeros”, ha agregado.
La matadora madrileña, que ha apoderado, entre otros, a Antonio Ferrera, también es crítica con los movimientos que luchan contra las corridas de toros, de los que dice que “no dejan de hacer mucho daño” y ha asegurado que “han metido a la tauromaquia en ese movimiento animalista mal entendido, mal expresado y hablan desde un desconocimiento total y absoluto”.
Defiende a los taurinos por su “amor y gratitud al toro”, por su “forma de cuidarlo” y ha sentenciado: “La gente del toro somos más animalistas que los animalistas de asfalto, que no saben ni lo que hablan”.
Esta noche, y acompañada por el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, pronuncia el pregón de los Carnavales del Toro de Ciudad Rodrigo, un acto que ha considerado “como muy bonito y de gran responsabilidad”.
Publicado en La Vanguardia
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