sábado, 7 de enero de 2023
Cuatro orejas para el caleño, que bordó el toreo al natural con excelente lote de Rincón
Luis Bolívar, Emilio de Justo y Tomás Rufo recibieron gran ovación al finalizar el paseillo.El primero fue un cinqueño de gran presencia, con kilos, muy bien hecho, y de excelente embestida. Bolívar le bordó el saludo capotero y aprovechó su pronta a alegre acometida en una obra torera, completa por ambos pitones. Destacaron los naturales lentos y profundos. Cerró por manoletinas y paseó de modo unánime las dos orejas.
El segundo fue un castaño de salida abanta que llegó a la muleta igualmente aquerenciado, con predilección por los adentros. Emilio de Justo lo enceló primero y una vez imantado lo llevó a los medios donde le hizo seguir el trapo sobre la mano derecha. Cuando cogió la zurda el toro se volvió a ir a tablas y allí continuó el torero una obra de por la condición del toro tuvo más actitud que brillo. Fue silenciado tras escuchar un aviso.
Otro gran toro de Las Ventas, toreado a la perfección con capote y muleta por Tomás Rufo. La obra fue técnica, a base de toreo serio, de toreo de verdad, con profundidad y mucho temple, al son de la excelsa embestida de su oponente. Cortó una oreja y se pidió la segunda.
Excelente el cuarto, que permitió bordar el toreo de capote a Bolívar y una importante faena de muleta aprovechando la nobleza y la prontitud de su enemigo. Volvió a brillar la cadencia de su mano zurda, ese toreo asolerado que dan sus casi dos décadas de alternativa. Estoconazo soberbio y otras dos orejas.
El quinto salió derrengado, perdió una pezuña, y fue devuelto, igual que el sobrero, del hierro titular, por el mismo motivo. Mientras se buscaba un sobrero se corrió turno y actuó Tomás Rufo con el inicialmente reseñado de sexto. Llego el toro complicado a la muleta pero el toledano puso actitud en una labor muy técnica.
Cerró plaza un toro muy serio del hierro de Juan Bernardo Caicedo, toro de muchos pitones y 542 kilos que propinó un tumbo espectacular al piquero. De Justo lo sometió de inicio para torear con valor y quietud en una obra de gran emoción. Faena de mucho mando con la mano diestra con una serie muy torera también a izquierdas. Tardó el animal en doblar tras una estocada entera y con el toro tapado necesitó el torero hasta cuatro golpes de descabello y perdió las orejas.
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