Emilio de Justo y el ganadero Miguel Gutiérrez vivieron la gloria
ALBERTO LOPERA
Éxito rotundo el festival en Manizales con lleno total en los tendidos que se iluminaron con los farolillos en las manos de doce mil aficionados que encendieron al paso de la Virgen Macarena, acompañada por las autoridades civiles, eclesiásticas y los toreros. Una gran noche que culminó con el indulto de los dos primeros novillos de Ernesto Gutiérrez. Emilio de Justo perdonó la vida al buen ‘Emir’, una faena de gloria. Ferrera indultó al que abrió la noche en un festival en el que Román también paseó un trofeo.
Antes de iniciar, un aguacero de tres horas no hizo mella en los aficionados que con emoción vivieron la sensacional actuación de Antonio Ferrera en el primer ejemplar de nombre «Panadero» # 2, faena completa de principio a fin, variada, alegre, hizo que enloqueciera a la afición que al unísono solicitó el indulto que concedió la presidencia. Vuelta triunfal con las dos orejas simbólicas en compañía del ganadero Miguel Gutiérrez.
Eran ya las nueve de la noche cuando salió otro precioso ejemplar «Emir» marcado con el #69 al que Emilio de Justo saludó con preciosos lances de capa. Igualmente fue su labor con la muleta en series de temple por ambos pitones en medio de la música. Pases y más pases de calidad al compás de los olés, pañuelos solicitando el indulto con tal fuerza que el usía no tuvo que dudarlo. La vuelta además de las orejas simbólicas fue adornado el torero con la corona de café.
El tercero de la noche fue para el colombiano Luis Miguel Castrillón, que ejecutó una faena artística de gran calidad donde se destacaron los muletazos con la diestra de exquisito gusto y forma. Sin suerte con la espada le privó de pasear la oreja dignamente merecida, compensada con la ovación en el tercio.
Muy dispuesto salió el valenciano Román con el capote y sorprendió colocando banderillas al quiebro. Su faena fue de entrega con las dos manos en series continuas y jaleadas en los tendidos. Después de un pinchazo, una estocada fulminante valió para pasear el premio de una oreja
Juan de Castilla recibió en quinto lugar a otro buen novillo de Gutiérrez que perfectamente entendió y toreo a gusto. Su faena fue completa, con calidad y conocimientos. Infortunadamente sin rematar con la espada, escuchando al final palmas muy cariñosas.
Cerró el festejo Tomás Rufo con el único ejemplar complicado del encierro, sin bravura ni toreabilidad. Remató pronto y efectivo con el acero ante el silencio de los aficionados que prontamente abandonaron los tendidos con gotas amenazantes de lluvia.
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