jueves, 17 de noviembre de 2022

AYER CARORA, HOY SAN FELIPE Y MAÑANA YARACAL EN HOMENAJE A ERICK CORTÉZ CON LA PRESENCIA DE MARCO PÉREZ por Víctor José López EL VITO fotos Rommel González

 Desde siempre la fiesta de los toros se defiende con las armas de la ilusión. Como ocurre ahora cuando en cada mañana llegan los nubarrones de las malas noticias. 


Homero Polanco, aficionado práctico con gran cartel, recibió en el tentadero de Los Aránguez al salmantino Marco Pérez, privilegio de la tauronaquia.



España, Francia y México, las naciones de mayor importancia taurina responden dando la cara y cruzándose al camino contrario de los enemigos de la fiesta. 

No es una novedad, no lo han sido los ataques irracionales de la ignorancia, como tampoco lo serán el rajarse ante la cara del toro aquellos llamados a defender el más culto de los espectáculos: las corridas de toros.



Comité de recepcion para el ganadero Juan Bautista y el novillero Marco Pérez, destacándose Homero Polanco, Jesús Riera, Oscar Riera, Erick Cortéz y Ramón Riera


Desempolvando los viejos libros encuentro la referencia de la rivalidad entre Limeño y Gallito, dos chavales del kindergarten llamados a enderezar los entuertos de los toros. Limeño, así distinguido por haber nacido en Lima, Perú, aunque formara avanzada con el genio de Gelves que apoyaban Fernando Gómez García, Rafael Gómez Ortega y con la  pasión imponente de la propia Gabriela Ortega Feria.


José Gárate “Limeño” fue el primer  torero que en el Nuevo Circo de Caracas sembró pasión. Vino desde Sevilla, donde integró La Cuadrilla de los Niños Toreros completando la terna  José Puertas Carvajal Pepete.  


Un buen novillo de Los Aránguez para un buen torero de Salamanca


Estupendo derechazo a un novillo de Laguna Blanca por Maco Perez



Caracas, más adelante, descubrirá destacados niños toreros, como fueron Joselito Torres, primero, y Curro Girón, más tarde abriéndole paso a las escuelas taurinas que un día nos ilusionaron con Gonzalo de Gregorio y  Manuel Medina “El Rubi”.


Hoy, convertida Caracas y  Venezuela toda en un batiburrillo taurino, hinchan las velas de nuestra barca cara al futuro los aires geniales de un niño de Salamanca, un torero descubierto al mundo por un matador de toros de Arles, Francia, figura que en Madrid abrió varias veces, distintas tardes, diferentes encastes los camino que  conducen a la consagración: Juan Bautista Jalabert  siembra frente a las Bocas del Ródano la expresión del Santa Coloma a la francesa.


La pureza en el derechazo de Homero Polanco invita a la competencia a su rival en la arena, Augusto Rodríguez, figura entre los toreros aficionados de Venezuela.


 Me refiero al admirable Juan Bautista, el maestro, y Marco Pérez,  de Salamanca, el alumno. Conducción de triunfo convertido en apoteosis y expresado en un rabo, salida hombros por  Puerta del Príncipe en la Maestranza - 


Juan Bautista y Marco Pérez fueron recibidos ayer en la ganadería de Los Aránguez, hoy tiene compromiso en Laguna Blanca  y mañana en San Antonio. Hablamos de tres ganaderías venezolanas que, con generosa heroicidad, enfrentan la muy grave situación a la que nos han arrinconado las circunstancias políticas es esta atropellada nación.

 

Los tres ganaderos se han unido en representación de la afición venezolana, con el propósito, no lo dudo, de decirle al mundo que en Venezuela la tauromaquia  es parte fundacional de la cultura nacional.


El motivo de la presencia de Marco Pérez en Carora, San Felipe y Yaracal, abanico de tentaderos con aires de ilusión, reunidos en gesto histórico para conmemorar  el aniversario de la alternativa de matador de toros de Erick Cortéz, evento que ocurrió en La Provenza de Francia, en el Coliseo de Nimes donde los capotes y muletas de César Rincón y Paco Ojeda envolvieron los estoques de un torero venezolano al que aquella mañana le encomendaron abrirse camino con los estoques toledanos por las tierras del universos de los toros. 

 

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