martes, 18 de octubre de 2022

GINÉS MARÍN, BROCHE DE ORO EN TEMPORADA BRILLANTE, TRIUNFOS Y PERCANCES, EN LA CIMA DEL ESCALAFÓN por Víctor José López EL VITO

 

A mitad de temporada, superados los capítulos de apertura logramos internarnos en el universo taurino que cubre la península cada año desde hace siglos. 




Entrada a la campaña en ruedos de España, y de Francia, gracias a Toros Plaza que abrió los portones de los tendidos en las plazas más importantes a lo largo de la temporada 2022.  Fue Valladolid el escenario de la primera corrida que tuvimos acceso al primero de los descubrimientos en la temporada. Y  fue a un torero que en aquella plaza castellana alcanzaba la alternativa. Fue Valladolid, la del gran Quevedo, el primer cronista taurino de la historia, y la plaza de Fernando Fernández Román que con solera nos presentó en su inmensidad a Tomás Rufo, joven de Talavera de la Reina descubierto por los Lozano.

 Eduardo y José Luis no se detienen al expresar su goce por el descubrimiento de esta joya de la tauromaquia talaverana; Luisma, sobrino de José Luis, hijo de Pablo le lleva. No hay  sorpresa cuando en la alternativa supera, con ruido el coro de exclamaciones, al triunfar a plenitud al lado de Julián López “El Juli” y José María Dols, Manzanares.

 Hace rato dormía la sorpresa, que despierta con el impacto provocado desde la alternativa del peruano Andrés Roca Rey cuando arribó al doctorado.

 

 

Rufo fue la llave que nos abrió la cancela de la temporada aquel sábado de septiembre hace más de un año ya un año. Un año de reencuentros y descubrimiento, de magníficos toreros, entre los que en este 2022 creció como un coloso José Antonio Morante de la Puebla. 

 

La semana pasada hubo fiesta en Zaragoza. Toros en la Feria del Piar, fecha que por años cerraba los portones de la temporada española. 

Antes, en el ayer no lejano, fueron, aquellas corridas de la Feria de El Pilar, cuando los maestros reunían a la cuadrilla para pasarle revista a la temporada.  

 

Imagino que esto ocurrió con Ginés Marín, torero muy joven, pero con mucha solera que con mucho gusto veríamos en la breve temporada venezolana, apoderado por el maestro Curro Vázquez y que los más exigentes comparan con el maestro Paco Camino, por su capote, muleta y muy en especial su espada. Destaca un viejo y muy apreciado amigo, Antonio Manuel Punta. Sevillano con gratas actuaciones en Venezuela, y que como matador de toros escribió páginas importantes en la Maestranza. Punta en el recuerdo es espejo de muchos profesionales. 

 

Guillermo Marín, el célebre picador de toros padre de Ginés Marín. Alumno de la Escuela Taurina de Jerez de la Frontera.  Se hizo picador en el campo en las ganaderías de Sayalero y Cebada Gago. 

A lo largo de su carrera ha actuado con Luis Francisco Esplá, Miguel Baéz «El Litri», Miguel Ángel Perera, Antonio Ferrera, Javier Solis, El Capea, Jairo Miguel y Diego Ramos entre otros. 

 

Ginés cerró la espuerta  dedicándose la muerte del último toro de la temporada al picador Agustín Navarro, que dijo adiós a la profesión esta tarde en la que Marín selló con cierre de triunfo grande una muy brillante temporada en la que abrió puerta grandes en plazas como Las Ventas de Madrid y La Plaza de La Misericordia. Navarro fue picador de Dávila Miura y ha actuado 

  a las órdenes de «El Cordobés», Daniel Luque, Curro Díaz y «El Juli», entre otros.

 

 

También se conoce la arena taurina como la de Ramón Pignatelli como se identificó en días de Goya, esta hermosa plaza de toros.

Zaragoza, su plaza y la ciudad, no nos son extrañas. Todo lo contrario, por don Antonio Aragón que fuera heraldo permanente de los toros en Aragón sentimos desde nuestros primeros días como aficionado a los toros una grata cercanía. La que sentimos siempre por el afecto por aquella tierra que manifesaba Manuel Marín, benefactor y protector de los toreros nacionales como Morenito de Maracay y Carlos Rodríguez “El Mito”. 

De Zaragoza recuerdo el triunfo de Carlos Martínez, faena que fue premiada con las orejas del toro de su presentación en España. También en la memoria aquella tarde que fuimos con Federico Núñez a la Plaza de La Misericordia en Zaragoza para la presentación de Pepe Luis Núñez. Recién llegado a España desde México, donde el guariqueño realizó importante temporada.

 

Fue en Zaragoza coso de Pigatelli donde una faena premiada con las orejas y el rabo. No le vi, pero sí viví el cariño y respeto que los aragoneses sentían por el regiomontano Raúl García, figura del toreo que indultó dos toros en la Plaza México: Comanche de Santo Domingo, enero 1966,  y Guadalupano de Las Huertas, marzo de 1967 .

En aquella oportunidad fue Zaragoza una escala, íbamos camino a Bilbao, agosto de 1972 y comenzábamos a escribir otra historia, otros personajes, otros recuerdos ... 

 

 

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