sábado, 4 de junio de 2022

TALAVANTE NO SE ABRAZA CON TALAVANTE, TODAVÍA por Víctor José Lopez EL VITO

 




Muerto Gallito en 1920, se distancia de los ruedos Juan Belmonte. Murió la rivalidad. No existía la competencia con Rodolfo Gaona. Belmonte, que como una pavesa menguante desaparece de los ruedos, cumplía la sentencia de Guerrita al enterarse de la muerte de Joselito; Guerrita sentenció de manera senequista la desaparición de la fiesta. Todo lucía normal, hasta que en 1938, Juan Belmonte decidió el regreso a los ruedos.


 Eran días de guerra, difíciles, pero a pesar de todo se sentía la necesidad de revivir la tauromaquia. 

 

Guillermo Sureda, escritor y cronista taurino mallorquín muy importante, animado con el regreso de Belmonte organizó la promoción e información de lo que ocurriría con tan significativo regreso.

 Tituló Sureda: “ Belmonte se abraza con Belmonte”.

 Expresión de la solidéz esperanzadora que urgía en los toros. La fiesta se salva, dijeron los entendidos, hay competencia, rivalidad a pesar de la falta del genio de Joselito.


Esta tarde en Madrid nos reunimos temprano y desde muchas partes del mundo atados por las redes de la televisión y de la digitalización en la información para presenciar el regreso de Talavante.


 Alejandro no es Belmonte y Talavante aún no se abraza con Talavante. 

Talavante querría abrazarse con quien algunos consideran pudiera ser su alterego -José Tomás;  pero el de Galapagar aún no está preparado. 

Tiene madera Alejandro, no cabe duda, pero no para ocupar el puesto que  Belmonte ocupó ante el vacío de Joselito el Gallo, desaparecido el de Gelves. 


Lo de ayer es un exagerado testimonio de la falta de sitio de Alejandro Talavante, atreviéndose rematar un reto de cuatro tardes en Las Ventas.   Osado atrevimiento en romper y sorprender en el escenario más exigente del mundo, con una corrida de Adolfo Martín. 

Estando él, Talavante, falto de sitio por la inactividad de hace cuatro temporadas, pandemia por medio, con la evidencia de una feria que nada tuvo que ver con lo que esperaba y, mucho menos, con las circunstancias provocadas por los vientos para lidiar alimañas, o mansos como el Garcigrande que sustituyó al claudicante sexto Adolfo de la tarde.


Ayer Talavante sólo se abrazó con el riesgo. El exponerse le desnudó, denunciando su falta de sitio. No es para desesperarse, porque lo que hubo fue precocidad en la vuelta a la actividad responsable. 

El extremeño, estamos seguros, encontrará su puesto en el rodaje de las corridas que tiene por delante.

 Le sobra calidad, valor, torería y capacidad. Si quisiera, Talavante puede llegar mucho más allá de donde lo pudiera llevar la prisa que tiene por regresar.

 

 

 

 

Ficha del Festejo:

 

Plaza de toros de Las Ventas. Penúltimo festejo de la Feria de San Isidro. No Hay Billetes. Cinco toros de Adolfo Martín, serios y de buenas hechuras, asaltillados. Más recogidos y estrechos los tres primeros y de descomunal arboladura cuarto, quinto y el sexto, que fue devuelto. Bueno el primero, con recorrido y nobleza aunque le faltó descolgar; a menos el segundo; áspero y costoso el tercero; peligroso el cuarto, muy peligroso el quinto. Un sexto como sobrero de Garcigrande, noble pero soso.

 

• RAFAEL RUBIO ‘RAFAELILLO’, oreja y gran ovación con saludos.

• MANUEL ESCRIBANO, silencio y ovación con saludos.

• ALEJANDRO TALAVANTE, silencio y pitos.

Detalles: Se desmonteró tras parear con brillantez al tercero Jesús Díez Fini.


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