martes, 24 de mayo de 2022

VIENTO Y MANSEDUMBRE CONTRA EL TOREO por ZABALA DE LA SERNA JAVIER BARBANCHO

 

Garrido, al natural

Garrido, al natural



Un viento inclemente complicó el siempre dificultoso verbo torear (en Madrid). No había soplado el eterno convidado de esta plaza en toda la feria con semejante ferocidad. Ni parecida. Sólo tratar de presentar capotes y muletas ondeando como banderas generaba una incertidumbre atroz.


 Imaginen en frente un toro con una violencia desatada, a la defensiva, fiero en sus derrotes como al que se enfrentó Daniel Luque. Venía haciéndose el tonto y cuando no había acabado de pasar el embroque soltaba achazos cruentos, girándose sobre su carácter agriado. Imposible, por el airazo, ni manejar los recursos para poderle. A puro huevo Luque.

De parecidas hechuras había sido el anterior, el de la confirmación de Juanito, pero otra historia en su apagada bondad, de escaso fuelle y más recorrido por el pitón derecho. El corpulento portugués -Joao Silva de civil- quiso y se aplicó con voluntad.

Otro tipo sacó el tercero, más descarado, una faca en el izquierdo. Que fue por donde mejor se dio: hacia adentro colocaba su calidad. José Garrido, que planteó faena entre las rayas, protegiéndose del viento, cuajó una serie de naturales de enorme expresión. Un espoletazo al corazón de los tendidos que no volvió a cuajarse igual. La siguiente intentona zurda, pisada otra distancia, el toro arrolló. Garrido, meritísimo, nunca desistió. Ni por el derecho, por donde la embestida se soltaba de su buen punto humillado y se giraba al revés. El interés se sostuvo, unas apretadas manoletinas lo elevaron y una estocada lo disparó. Como el arreón con el que persiguió a JG hasta la otra punta del ruedo. Todo sumó para que se desatara una petición que quedó en vuelta al ruedo.

Fue el cuarto un tío que aportó su cuota de mala suerte -con Eolo más aplacado- para rematar el pésimo bajío de Luque en su tercera comparencia isidril. La actitud irreductible y la técnica poderosa de DL llegó a encontrarle un trato a este manso que redondeó el peor lote.Tras la eficaz estocada, recogió el reconocimiento del público.

La seria corrida cinqueña de Valdefresno vino con muchos pies, cargada de mansedumbres aventadas, en fuga. Fría como la tarde. José Garrido peleó contra todo, robando chicuelinas a las huidas. No había tanto vendaval; tampoco posibilidad. Cerró la complicada corrida un burraco más suelto de carnes, con mucho disparo, desordenado movimiento y alguna opción encubierta. Demasiado para Juanito. Pasó apuros con el descabello. Tanto, que salió Daniel Luque a ayudar. Sonaron dos avisos.

Ficha

Monumental de las Ventas. Martes, 24 de mayo de 2022. Decimoséptima de feria. Media entrada larga. Toros de Valdefresno, todos cinqueños pasados, serios en sus diferentes hechuras; mansos, desrazados, con muchos pies; muy sueltos; con mayores opciones el noblón 1º; 3º por el izquierdo; y el desordenado 6º.

Daniel Luque, de frambuesa y oro. Dos pinchazos, estocada y descabello (silencio). En el cuarto, estocada. Aviso (saludos).

José Garrido, de verde y azabache. Aviso. Estocada (petición y vuelta). En el quinto, pinchazo y estocada rinconera (saludos).

Joao Silva «Juanito», de malva y oro. Pinchazo, pinchazo hondo y estocada. Aviso (silencio). En el sexto, pinchazo, estocada tendida y varios descabellos. Dos avisos (silencio).

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