viernes, 27 de mayo de 2022

JUAN PEDRO VIVE, Y LOS TOREROS DE ARTE EVITARÁN EL SEPELIO por Víctor José López EL VITO


Morante de la Puebla tiene como misión "gallista", impedir el sepelio de una ganadería como la ganadería de Juan Pedro Domecq.



De acuerdo con lo que escribe nuestra admirada Patricia Navarro, la corrida de Juan Pedro ayer en Las Ventas es indefendible; pero creo que la imagen de Domecq obliga a los ganaderos que sudan sus colores  rescatarlos para bien de la tauromaquia.,  

Juan Pedro Domecq, visiblemente atribulado por el estrepitoso descenso de su ganadería en el ranking mundial del toro de lidia, concluida la corrida de Madrid, entrevistado el ganadero para Toros Plaza, justificándose por el bochorno vivido destacó como bravos dos de los toros del encierro la infame corrida,  “Toros bravos”, frase que intentaba clavar a un juicio que los toros fueron  toros desperdiciados por sus  lidiadores.


El ganadero confunde, y quiere enderezar entuertos, confundiendo bravura con genio; pero, a decir verdad ni genio tuvo la corrida de la histórica divisa jerezana y, por supuesto, poca o ninguna bravura capaz de haberle ayudado salir del vacíos demostrado toda la tarde la divisa.


 Hace poco, hará cosa de diez años que referirse a un “juanpedro” era hablar del toro por todos deseado. Fue aquel toro que le daba caché a toreros, al cartel y a la plaza. Colocaba  nombres de toreros, pueblos, ciudades y empresas entre los de la élite de la tauromaquia universal.


Lo mismo ocurría con aquellos que iniciándose en la cría del toro de lidia, en España como en América, por un puñado de dólares ingresaban a la alta sociedad ufanándose y refiriéndose a los orígenes de su hato ... ¡Puro Domecq!


La imagen de Juan Antonio Morante bajando ayer de la jardinera, el coche  que en Madrid  le lleva del hotel a la plaza, no era la del hombre feliz , contagiante, que habíamos visto en tardes anteriores. 


El alma, igual el corazón, de Las Ventas, latía al compás de la ilusión. El aficionado sólo pedía disposición  a los tres artistas, para su torero Morante, que se ha convertido en el torero de toda España. Como también disposición de los dos sevillanos Ortega y Aguado y borrar el incómodo reflejo que deja cada triunfo, todas las tardes, en cada plaza, el peruano Roca Rey, que tanto molesta al Tendido 7 con sus triunfos.


Sin embargo lo que la ganadería de Juan Pedro le ofreció a Madrid podría considerarse “bocato di cardinale”, para los antropófagos del Tendido 7.  Un un banquete  especias Domecq e intentar agraviar a los tres toreros, Morante, Ortega y Aguado,  pues cada día crecen entre los arbustos de la mitología taurina en el camino de la temporada que les espera añorándolos como base de carteles. Es el cartel y sigue vivo, este cartel seguirá interesando, porque son  los tres toreros más interesantes entre todos los que intentan torear bien con el percal.  Tres toreros sevillanos, que en Madrid han manifestado, lo han hecho muchas veces, su esplendor al interpretar la verónica. Tres artistas cada uno con un mensaje,  tres toreros distintos capaces de interpretar diferentes verónicas…


 Y que lo harán, y han de ejecutarlo con los toros de Juan Pedro que, seguros estamos, será capaz de reivindicar el siglo que en la historia iluminan sus luces señalando caminos de bravura como no lo la logrado otro encaste en el camino de la cría del toro de lidia.


No son tiempos para justificar lo injustificable, son días que hay que luchar a brazo partido, con sincera humildad para rescatar la grandeza de una divisa, un encaste y muchas ganaderías. 

 

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