Uno de esos caminos que descubrió Francisco Escribano fue el de las oportunidades para su hijo Manuel, hoy convertido en un matador de toros admirado y respetado por sus gestos profesionales convertidos en ejemplo.
Entre los primeros pasos de Manuel Escribano por los caminos americanos recordamos una tarde en La Victoria, estado Aragua. Fue una novillada con astados de Tarapío, junto a dos novilleros triunfadores por aquelos días esperanza criolla: Erick Cortéz, de la Escuela Taurina de Maracay y Leonardo Benítez de Caracas.
Cortéz hizo campaña muy destacada como novillero en España, Benítez logró cotas de excelencia en México y triunfos en Francia además de la confirmación en Las Ventas de Madrid.
Manuel Escribano se instruyó en la cartilla del abecedario taurino por plazas del Oriente en Venezuela y pueblos de Aragua.
Este domingo en la Maestranza de Sevilla, fin de la Feria, Manuel Escribano se atrevió lo que once matadores de toros se habían atrevido desde 1873 cuando Manuel Fuentes “Bocanegra”, desertó de las filas de los banderilleros y alcanzó la alternativa en El Puerto de Santa María y ya convertido en matador de toros se dispuso pasar a los anales de la historia y convertirse en el primer torero que se enfrentaría en solitario a una corrida de Miura en Sevilla el 19 de octubre de 1873.
Manuel Escribano ha escrito capítulos muy importantes en toreo, lo hizo desde que proyectó su carrera en los primeros pasos que diera en la ganadería del Marqués de Albaserrada.
Su primer aldabonazo en una carrera de importante trascendencia fue el 21 de abril de 2013, en la Maestranza de Sevilla cuando le cortó las dos orejas a Datilero de Miura, toro que pesó 563 kgs, y que fuera premiado en Sevilla, con el arrastre lento como premio a sus bondades, virtudes descubiertas por Manuel Escribano en el albero del Baratillo a un toro de Miura, cárdeno y 563 kilos de peso, premiado en el arrastre con una vuelta al ruedo.
Pasarían tres años, tres temporadas más hasta encontrar a Cobradiezmos de Victorino Martín. Reunidos en Sevilla el victorino recibió gracias a la actitud y calidad de faena de Manuel Escribano fue indultado. Un acontecimiento histórico, que colocó a Escribano en la cima del toreo … Hasta que dolororos hechos convirtieron el sueño en infierno.
Entre los mensajes para que se bajara de la nube surgieron la cornadaen Sotillo de la Adrada en septiembre del 2013. que le desgarró la vena ilíaca: y el percance de junio de 2016 en Alicante cuando un toro de Adolfo Martín le arrancó la femoral y la safena.
Hoy Manuel Escribano amaneció de nuevo en la cima del toreo, que como relata Patricia Navarro en La Razón “No renunció a lo que era ni teniendo cinco toros por delante. De Miura. No era cualquier cosa. Más bien el día y la hora de los elegidos. Cumplió con creces con el primero. Arriesgó con los palos, donde le funcionó muy bien la cabeza e hizo buen planteamiento de faena en los mismos medios. El toro no humilló jamás, como es habitual y recortó el viaje sobre todo por el pitón diestro. Al natural logró sacar muletazos meritorios y le dio muerte en la rectitud. Más no se puede pedir”.
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