jueves, 7 de abril de 2022

PRESENCIA DE MÉXICO EN EL NUEVO CIRCO DE CARACAS (3) Por Víctor José López EL VITO

 MÉXICO DICE PRESENTE

En 1940 el Nuevo Circo de Caracas pasa a ser propiedad de Luis R. Branger, según documento registrado este día bajo el número 39, Tomo 4, Protocolo Primero, del Registro Inmobiliario del Segundo Circuito del Municipio Libertador del Distrito Capital (Tribunal Supremo de Justicia, Decisiones). Branger compra el edificio al Coronel  Gonzalo Gómez, hijo del Benemérito, quien también le vende la plaza de Toros de La Victoria.

 La temporada de Andrés Gago dejó positivo impacto entre los aficionados, ello estimuló al empresario Vicente Pastor organizar una temporada con la Cuadrilla Juvenil Mexicana y reses de Guayabita. Cuadrilla de muy jóvenes toreros que integraban los hermanos Juanito Vela y Pepe Vela, Manolo Torres y los banderilleros José Ávila, Antonio Tovar y Raúl Vanegas, siendo los picadores Jesús Fernández ‘Veneno’ y Tomás Villegas ‘Agujetas’. Director artístico Eugenio Alvarado. Los novillos de Guayabita resultaron extraordinarios. Juanito Vela en el quinto novillo cortó las orejas y el rabo el 14 de abril y el siguiente día 21 triunfó con novillos mexicanos procedentes de la ganadería tlaxcalteca de La Laguna. Manolito Torres fue el triunfador al cortar dos orejas y rabo al último novillo y salió en hombros de multitud en la plaza caraqueña. Aquella fue la primera vez que se lidiaron en Venezuela reses de procedencia mexicana. Para el 28 de abril se contrató una corrida de la emblemática ganadería mexicana de Piedras Negras y Manolo Torres volvió a triunfar en tarde que cortó dos orejas y rabo.


Carlos Arruza, torero emocionante y gran rival de Manolete entre los mexicanos que sebraron el toro de lidia de México en las plazas de Venezuela


De esta temporada surgió una competencia entre Guayabita y La Laguna, con una gran entrada en el Nuevo Circo triunfando Juanito Vela y Manolo Torres. Se iniciaba un idilio entre la afición caraqueña y los toros de México. Sociedad de mutua admiración que se confirmaría en la temporada de febrero de 1941, con los toros de La Laguna lidiados mano a mano por Carlos Arruza y Arturo Álvarez ‘El Vizcaíno’, quien fue corneado por el sexto toro. Arruza con ‘Polvorín’ realizó una gran faena cortando las dos orejas y rabo. Completó la temporada una corrida de Zotoluca y otra de Piedras Negras. Los nexos de Carlos Arruza y Andrés Gago, torero y apoderado, crearon vínculos muy fuertes con Caracas y los hermanos Andrés y Fernando Gago, la plaza del Nuevo Circo y el empresario exitoso que descubrió la mina del toro mexicano para exponer cada temporada su joyel taurino de ases españoles por él representados.

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