‘Diamante Negro’ abrió caminos en España, senderos que muchos venezolanos emprendieron destacándose, entre todos, la dinastía de los hermanos Girón fundada por el maestro César Girón y que integraron sus hermanos Rafael, Curro, Efraín, Freddy y Pepe Luis, cada uno de ellos autor de una página importante en los anales del Nuevo Circo de Caracas. César, figura universal de la Fiesta y Curro primerísima figura del toreo.
Todo comenzó el 1 de octubre de 1950 en el Nuevo Circo. Mano a mano entre César Girón y el alumno preferido del maestro Pedro Pineda, Moreno Sánchez, en el Nuevo Circo, con novillos de Cayetano Pastor. Moreno Sánchez fue lesionado por el primero de la tarde, Girón se quedó con la novillada que la despachó de cinco estocadas, un pinchazo y le cortó las orejas y el rabo abriendo la Puerta Grande del Nuevo Circo. Fue tal el escándalo que armó Girón que a la semana le repitieron y volvió a triunfar impresionando a Fernando Gago, quien desde ese instante se convertiría en su apoderado. Fernando, hermano del ya muchas veces mencionado Andrés Gago, apoderado de Carlos Arruza en España.
Los triunfos de Girón en Caracas se repetirían como cuentas milagrosas de un bendito rosario de éxitos. El Nuevo Circo se convertiría en el patio de este gallo, el reñidero donde César Girón esperaría a las figuras del toreo consagrados en España y en México, año tras año haciendo de Caracas un bastión irreductible de la causa torera de Venezuela. Curro siguió desde el día de su presentación junto a Antonio Ordóñez y ‘El Calesero’ el ejemplo de su hermano mayor. Con Rafael y Efraín abrirían la Puerta Grande del Nuevo Circo las tardes cuando los cuatro hermanos actuaban en el cartel, llenando la plaza de público y la arena de competencia.
Es un largo camino el de la hegemonía de los Girón en Venezuela y Sudamérica con el Nuevo Circo como cuartel. Un período que abarcó desde aquella presentación en 1950 del novillero César Girón hasta finales de los años ochenta cuando Curro en el ocaso de su brillante carrera defendía la enseña de la más importante casa torera de Venezuela: la Dinastía Girón.
Los hermanos Rafael y Curro debutaron en Caracas una tarde de apoteosis para la dinastía el 3 de febrero de 1957 cuando abrieron la puerta Grande del Nuevo Circo luego de triunfar con toros de Santo Domingo. Curro Girón cuatro orejas y un rabo, Rafael una y César Girón una oreja. El 10 de noviembre de 1957 un toro de Peñuelas hirió a ‘Diamante Negro’ al entrar a matar. La oportuna e inteligente intervención de don Ángel Peralta le salvó la vida al ídolo nacional. ‘Manzanero’ fue el nombre del toro heridor y sus orejas le fueron llevadas al torero a la enfermería. También con la divisa de Santo Domingo, 20 de julio de 1958, se presentó en el Nuevo Circo el emeritense César Faraco, quien venía de triunfar en Madrid el día de su alternativa. Faraco llenó de ilusión a la afición con su triunfo en Caracas, cuando le cortó las orejas a su primer toro. Faraco repitió por este triunfo con una corrida de Zacatepec, pero resultó gravísimamente herido. Fue el 30 de noviembre cuando alternó con Alfredo Leal, debutante y, Curro Girón, triunfador de la tarde.
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