Por Álvaro R. del Moral.
Sobre la mesa en la que se sentó Joselito, rodeado del mobiliario que perteneció al coloso de Gelves, José Antonio Morante Camacho rubricó el contrato número 100 de una temporada que, sobre el papel, no se parece en nada a ninguna de las que había afrontado hasta ahora. Morante fue el torero de 2021; indiscutiblemente. La ecuación de regularidad, calidad y compromiso le despegaron del resto de la tropa de coletudos en un año de prodigios que redondeó con el emocionante faenón de Sevilla, el pasado uno de octubre.
Después de ese contrato número cien se han firmado otros, dando forma a una campaña que ascenderá a los castillos y también bajará a las cabañas. El diestro de La Puebla no tendrá empacho en variar radicalmente de ganaderías, compañeros y escenarios para llevar el pulso de la fiesta a los rincones más recónditos. A la fórmula no le faltan detractores –todo es objeto de discusión en esta vida- pero a Morante no se le pueden negar algunas premisas: ese renovado sentido de la responsabilidad con su profesión y la capacidad de crear ilusión en un año que –ahora sí- va a recuperar la normalidad global en el aspecto taurino.
Ahí están esas tardes prometidas en Guijuelo, Arganda del Rey, Villaluenga del Rosario, los guiños a encastes y ganaderías alejadas de la primera línea… Fechas, plazas y carteles que difícilmente encajarían en el tacticismo de un escalafón viciado que ya anda demasiado trasnochado en el puente de mando. El empeño de Morante está lleno de riesgos. Él lo sabe perfectamente. Pero el torero asume el reto en el mejor momento artístico de su vida –posiblemente también en lo personal- y podría escribir nuevas páginas para el recuerdo en un año que, no se olvide tampoco, ha firmado hasta seis tardes en la plaza de la Real Maestranza.
Asuntos de aquí y de allí
Hay más cosas que contar y revisar como la identificación del mundo del toro con esa manifestación del próximo 20 de marzo que pretende aglutinar a todos los sectores del mundo rural en protesta por la progresiva y nefasta ideologización del campo que amenaza su economía, su equilibrio y hasta sus tradiciones. Pero hay más asuntos polémicos, como el escandaloso abandono de la plaza de toros de Espartinas denunciado días atrás por Javier Jiménez. El asunto, una vez más, pone en evidencia el sectarismo de esos políticos que llevan a España al desastre y minan su convivencia.
Cambiamos de palo para hacernos eco de la adquisición de la grandiosa dehesa Juan Esteban, en el término municipal de Zufre, por parte de las huestes del grupo Bailleres, que podría trasladar a sus cerrados la ganadería de Zalduendo. Fue cabeza de los dominios de Manuel Prado y Colón de Carvajal, paraísos perdidos que recuerdan aquella España de vino y rosas de la que sólo quedan pavesas y que ahora se antoja tan lejana.
Más interés ha despertado en la grey taurina el anunciado ‘encontronazo’ de Alejandro Talavante –ausente en Sevilla- con Andrés Roca Rey. Será en Córdoba, el próximo 21 de mayo. Así lo ha adelantado el empresario José María Garzón que contará ese día con el nuevo hierro de Álvaro Núñez Benjumea. La flamante vacada hará así su presentación después de haber tenido que desestimar su presencia en la próxima Feria de Abril por no disponer aún de las reses idóneas.
Culminamos este apartado de variedades comentando el proyectado gesto de Paco Ureña, que pretende encerrarse con seis toros en la próxima feria de San Isidro después de haber quedado orillado en los primeros seriales de resonancia. El empeño está cargado de riesgos: se trata de poner todas las fichas en el mismo casillero para recuperar los ecos de su gran temporada de 2019. Se los llevaron dos años de pandemia. Se le desea suerte.
Parafernalia taurina
Atrás ha quedado la feria de Olivenza marcando el comienzo de la gran temporada y la primera baraja de triunfadores. Comienza una nueva semana mientras la ciudad se perfuma de ese azahar adelantado que anuncia lo que tiene que venir. Romero Murube, el intimista escritor y poeta palaciego que descubrió la soledad existencial una tarde remota de la niñez en la que toda su familia se marchó a los toros en Sanlúcar, escribió un día que “por esta vira de la tarde de marzo viene Jesús Nazareno”. Nos adentramos en la cuaresma y con ella, más allá del calendario cofrade, se anima la larga lista de eventos taurinos que saludan la llegada de una nueva temporada.
Este mismo lunes se habrán presentado en la Caja Rural las iniciativas cocinadas por la agencia Toromedia para la promoción de la temporada taurina preparada por Pagés. Sigan apuntando: sin salir de los salones de la Caja Rural, en la tarde del martes, se van a entregar los trofeos ‘Puerta del Príncipe’ que concede el Corte Inglés consagrando, cómo no, a Morante como gran triunfador de la feria de San Miguel. Pero es que el diestro de La Puebla invocará el don de la ubicuidad para poder recoger consecutivamente los trofeos de las tertulias del Aero y El Porvenir en la tarde noche del próximo jueves. No será el único acto taurino de la jornada: la peña los 13 también harán entrega del correspondiente galardón al novillero Manuel Perera.
Las agendas echan humos y es que hay más cosas programadas para la semana que viene, como la segunda sesión del programa de actos del centenario de Pepe Luis Vázquez que llevará a la casa de hermandad de San Bernardo a Dávila Miura y el joven Manolo Vázquez para hablar del recordado Sócrates del toreo. En cualquier caso, los prestigiosos premios taurinos y universitarios de la Real Maestranza, que se entregarán en la tarde del día 15, marcarán la cima social y taurina. Por cierto, seguimos sin noticias del cuadro y el pregonero taurino del cuerpo nobiliario, al que hay que felicitar por la recepción de la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes. Ya lo dijo Papuchi: raro, raro, raro…
Publicado en El Correo de Andalucía
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