martes, 5 de octubre de 2021

Se la pellizco la Santita Muerte Por Bardo de la Taurina.

 



Se antoja como juego banquetero que un novillero como lo es Isaac Fonseca, porque eso lo es al 100 % traiga dando vueltas como trompo chillador a entusiastas, bien intencionados y a otros desorientados en sus apreciaciones en cuanto a pensar que ya se tiene a la próxima figura ¿de dónde?, porque los innegables triunfos de Fonseca, han sido regionales en los cuales ha estado más que bien, dejando aparte la radiografía taurina que le fue

tomada con toda fidelidad el fin de semana en Madrid.


La interpretación del evento, que no del examen fue tolerable, porque ¿de qué lo iban a examinar?, aunque con la estandarización de que en una plaza grande e importante, su conexión no hizo click a los decibeles que se requería, de ahí que se tendrá que trabajar mucho sobre el aspecto de personalidad, la que por cierto es delicadísima, porque se necesita una base pa’ empezar a afinar y como ejemplo tenemos a la mano el caso de José Guadalupe Adame… bueno, ¿Cuáles fueron las cosa del no haber conectado? digamos que se pudo deber a cuestión de la temperatura ambiental, sumándole la falta de colaboración animal, y sin el poderío que vendrá en ciclos adelante, así como la no sonorización amplia en el tendido hizo que el torero se desbordara como en aquellas peleas callejeras donde el valor suple lo demás.



Me dijo un ratón que asiste a todas las corridas, porque vive en las bodegas de la calle de Alcalá, que él ha visto que a bureles determinados, los torean por la cara con el agregado de las filigranas soportadas por los muletazos de poder a poder, de esos en que a escondidas le meten por el costado trasero la punta del estoque que asoma de la sarga con la intención de irlos disminuyendo u hormando para la lidia adecuada y a esos lidiadores se les reconoce mucho más que a cualquier intrépido, porque a estas alturas ya todo Madrid vio la película de ‘El Gladiador’ y no se apantallan con duelos de tú por tú.


Y si decir que por milagro, suerte o destino no murió Fonseca en ‘Las Ventas´ porque la forma en que recibió el recado de advertencia de que ni al toro, ni al público le estaba gustando la manera de interpretar, ¡era de muerte!, en fin no tuvimos que recibir a otro Carmelo Pérez con remitente en Madrid, y en otro ángulo.


Y si es cierto, como dicen los Apóstoles del ojo clínico que Isaac suele adelantar las suertes y que se cruza al revés ¿será de cabeza? en esta ocasión la suerte se adelantó y la muerte se la pellizco.

Siendo quisquillosos, Fonseca igual que el “Checo” Pérez a estas horas, deben de estar recibiendo la noticia de que nada de vacaciones éste invierno, pues tienen que meterse en la cabeza así

sea con clases especiales, que en sus disciplinas no todo se suple con cojones o arrebatos, pues es elemental conducirse de acuerdo a lo que les pidan las circunstancias y eso se hace en base a técnica y a recursos y es que tienen que estar preparados pa’ todo o si no ¿qué les deparara el destino cuando le salga un novillo de bandera

o cuando se tenga franco el pódium? y sí decir, que si la técnica no le está entrando podría achacársele no al Gurú, ni al apoderado, sino a los maistros que le han puesto, sin dejar de señalar que él también le pone de su cosecha y no pellizcos precisamente sino pernos como los que fallaron a la línea 12 del Metro. Se está guardando como virginidad de recién nacida el futuro de Isaac, una vez que termine su temporada hispana y es que podría engarzarse con la próxima Temporada Grande de lo que incluso se cacarea podría ser en la inauguración, esto a decir de los soplones, lo cual con inteligencia se debe de pensar de que no va hacer así, pues de serlo, el primer animal con el que se enfrente Isaac ya con la borla de Matador en España, va hacer un Lobo Feroz quien no le va a dar chance ni de echarle un polvete a la Caperucita Roja y se lo

va a comer como si fuera Carne Tártara, además sin chance de repartir el pecado porque a los veintitrés años ya se debe de tener bien asumida la responsabilidad de un desacierto.

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