Imagino que casó.
Respondiéndole a “Desonocida” le cuento que Julio Mendoza no fue el primer venezolano que triunfó en España, pero ha sido junto a su gran rival, Rubito, un personaje y un torero muy importante.
Le cuento, amable “Desconocida”, que fue en 1916 cuando el primer torero venezolano viajó a España. Lo hizo con el propósito de ejercer la profesión y, de ser posible, lograr reconocimiento como torero profesional.
Hablamos de Luis Emilio Olivo, torero de raza negra, contratado por la empresa de Barcelona como un factor extravagante para su presentación en las Arenas de Barcelona. Su debut de novillero fue con Daniel Martínez Piñero, para lidiar utreros de Pedro Sánchez. Nada que ver con la persona que despacha en La Moncloa. El cartel de la presentación de Luis Emilio Olivo se remató con un elemento muy extraño, un caballista brasileño que se anunció como el Campeón Mundial de la Chirigotería.
Luis Emilio fue contratado para ese festejo como un elemento extravagante, el ser de raza negra era muy curioso y atractivo para los taurinos de la Ciudad Condal.
Luis Emilio Olivo además de tener el mérito de haber sido el primer venezolano en viajar a España perteneció a un grupo de toreros venezolanos que se formó en los andes venezolanos con Felipe Reina “Niño de Rubio”, tachirense y líder del grupo de toreros venezolanos, destacándose entre los toreros subalternos en plazas españolas compitiendo con sus pares ibéricos. En 1926 Niño de Rubio viajó a Madrid, lo hizo como banderillero y peòn de confianza de Eleazar Sananes “Rubito”.
Más tarde Felipe Reina actuó en España como novillero en tla temporada de 1926.
Los dos toreros más importantes que tuvo Venezuela al alba de la tauromaquia nacional fueron Julio Mendoza Palma, hijo de Vicente Mendoza “El Niño”, que se destacó desde su presentación en el Nuevo Circo de Caracas en 1920, y el catire Eleazar Sananes “Rubito” que llegó a Caracas procedente de Lima en octubre de 1921. Juntos formaron la pareja angular sobre la que se sostuvo la Fiesta de los Toros en Caracas y en Valencia como plaza de importancia. Los toros, a nivel nacional contagiados por una rivalidad que se sostuvo por razones de motivo político, racial y social y lo más importante porque cada uno de ellos arrastró mares de partidarios que sembraron la fiesta entre “juliteros” y “rubiteros”.
Ha sido la única verdadera rivalidad, ente dos espadas en el toreo nacional: Julio, negro de barrio nativo de San Juan en un caserío debajo de El Guanábano; Rubito, de origen sefardí, catire de ojos azules nació en Santa Rosalía, pero creció en San José.
Eleazar forjado en la escuela de los toreros bufos, Julio torero de dinastía, su padre y su abuelo fueron toreros destacados en Caracas entee los ídolos del barrio como boxeadores, peloteros y en su caso toreros.
Rubito, a lo largo de su carrera, que fue brillante en plazas venezolanas, apenas actuó en nueve corridas de toros después de su alternativa el 17 de mayo de 1922 en la Plaza de Toros de La Carretera de Aragón, Madrid, en Corrida Regia Homenaje a Su Alteza Real S.M. El Rey Alfonso XIII, con Marcial Lalanda como padrino, siendo testigos Saleri II y Nacional II con toros de Gamero Cívico.
A la semana de la alternativa, Rubito mató una corrida de Miura en Algeciras. En Francia triunfó en Beziers con toros de Veragua.
Julio Mendoza alcanzó cotas importantes en sus actuaciones en Venezuela, que le llevaron a se conocido en España donde tomaría su alternativa 1927 en Salamanca de manos de Martín Agüero. Confirmó en Madrid, Plaza de Toros de La Fuente del Berro en 1927.
Más tarde, llegaron los promotores y dedicados profesionales como El Diamante Negro, Alí Gómez, Eduardo Antich, Juan Flores, Oscar Martínez, Alberto Rojas, César Girón, el más grande de América… y una pléyade de matadores de toros que han sembrado con vocación, triunfos y sacrificios nuestra fiesta de toros hoy arrinconada con serias y profundas heridas.
Gracias a la “Desconocida” por provocar una revuelta de recuerdos; más que en la grandeza que vive la fiesta en el mundo, será con los venezolanos que salgamos del tunel en el que nos han metido las circunstancias cuya misión no es otra sino la de tapiar la fiesta.
Y Desconocida, con tus retos se desempolva el recuerdo porque con los recuerdos se vuelve a vivir …
¡¡¡Gracias!!!
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