sábado, 30 de octubre de 2021

FUNERAL FLAMENCO para Gonzalito

 

Así fue el funeral flamenco en homenaje a 'Gonzalito', el mítico mozo de espadas de Curro Romero

Gonzalo Pastrana

El popular hombre del toro Gonzalo Sánchez Conde tuvo el pasado jueves su funeral flamenco en la iglesia de San Sebastián (Madrid). El acto fue un homenaje multitudinario que contó también con la asistencia de sus allegados más próximos. A sus familiares, entre los que destacaban sus hijas, les acompañaron muchos amigos del mundo del toro.

Se pudo ver entre los asistentes a varios componentes de la familia Jardón, a representantes de la casa Lozano (Manolo, Pablo y Fernando), a toreros a los que apoderó Gonzalito como Manolo Fuentes (acompañado por su hijo Francisco Manuel), Raúl Galindo, Carmelo, el 'Gallo de Morón' y Conchitín, la hija de Curro Romero.

Igualmente, acudió Rafael Calero en representación de su familia, los dueños de los antiguos hoteles Trip, donde Gonzalito se hospedó durante mucho tiempo, representantes de la casa Matilla, jueces, abogados como Eladio Galán y José Ramón García (que estaba realizando un documental sobre la vida de Gonzalito), el doctor Cesar Casado, componentes del Circulo de amigos de la Dinastía Bienvenida entre los que estaba Juan Lamarca, expresidente de la plaza de toros de Madrid y numerosos periodistas entre los que se encontraban Juan Miguel Núñez, Paco Aguado, Federico Arnas y Javier Hurtado de televisión española.

Cristian Almodóvar junto a las hijas y familiares de Gonzalito.

La ceremonia fue amenizada por los guitarristas Cristian Almodóvar y el 'Mami' y el cantaor Heredia, que tocaron varios fragmentos durante la ceremonia y cantaron la Salve Rociera.

Biografía

Gonzalito, que durante más de treinta años fue mozo de espadas de Curro Romero, fue encontrado muerto a primeras horas de la mañana del 9 de octubre en su domicilio del madrileño barrio de Las Letras.

Nacido en la localidad onubense de Gibraleón hace 90 años, Gonzalito era uno de los taurinos más queridos y respetados no solo por su larga y honesta trayectoria profesional, sino también por su afabilidad y como fuente inagotable de anécdotas, con un espíritu que no abandonó ni en los últimos años en que se vio afectado por una enfermedad renal.

Después de intentar sin éxito la carrera del toreo como novillero en los años 50, se trasladó a Barcelona donde trabajó como camarero y, en ocasiones, como cantaor de flamenco, su otra gran pasión en la vida.

Fue en la Cuidad Condal, que por aquel entonces era la capital española de mayor actividad taurina, donde el onubense comenzó a ejercer como mozo de espadas de distintos novilleros hasta recalar definitivamente en Madrid, donde prácticamente hizo toda su carrera profesional. Siempre en los alrededores del hotel Reina Victoria de la Plaza de Santa Ana, allí le ofreció Antonio Márquez, al que muchos conocían como 'el Belmonte rubio', la posibilidad de colocarse con Curro Romero, ya consagrado como figura del toreo.

Se convirtió primero en amigo de Curro Romero por su afición común al flamenco y después comenzó a servirle las espadas a finales de la temporada de 1967. Desde entonces y hasta 1999, cuando el diestro anunció su retirada por sorpresa, Sánchez Conde se convirtió en el hombre de la más absoluta confianza de Romero, a todos los niveles, sobre todo en los peores y más delicados momentos.

Pero Gonzalito no solo se limitó a ser el ayuda de cámara del Faraón, sino que también se dedicó a apoderar y a sacar toreros, muchos de ellos de países sudamericanos donde llegó a tener grandes relaciones profesionales y personales, comenzando con 'Rayito de Venezuela'.

En España acompañó a diversas figuras, como El Cid, al que ayudó de novillero junto al 'Gallo de Morón', pero su "gran obra" fue Víctor Mendes, el torero más importante de la historia de Portugal, al que él mismo descubrió y apoyó hasta convertirle en primera figura durante los años 80.

Hace unos años el Círculo Amigos de la Dinastía Bienvenida le premió con su medalla de plata "en justo reconocimiento a los méritos contraídos en su dilatada, digna y relevante trayectoria profesional en el mundo del toro, como persona benemérita adornada de virtudes y cualidades humanas excepcionales".

En el final de su vida Gonzalito se dedicaba a la representación de artistas flamencos, con los que se reunía casi a diario en los locales de ensayo de Amor de Dios, muy cerca de su casa.


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