martes, 14 de septiembre de 2021

INSTANTES DE ARENA gestos y palabras en una tarde de toros por François Zumbiehl

François Zumbiehl... no hay descanso.

Aunque François Zumbiehl es un hombre joven, ha cubierto un trecho inmenso en su defensa la Fiesta de los Toros desde hace años. Le conocí en Caracas y de inmediato me contagió su febril vocación de lucha en defensa de la Tauromaquia como un bien cultural intangible de la humanidad.

 No recuerdo si eran aquellos días el amanecer  del decenio de los años ochenta y ya el doctor Zumbiehl había hecho contacto con la Unesco.

Sin embargo le recuerdo fresco de ideas, animado, ordenado y convencido que la lucha era larga y ardua. 

Hoy sigue la lucha, más ardua y más ruda; y él François Zumbiehl cece como intelectual francés que, como indica su biografía oficial "ha dedicado su vida profesional a la diplomacia (ejerció como consejero cultural de la embajada de Francia en España durante los años 1975-82, trabajó en esa misma labor en las cancillerías de Hungría, Canadá, Venezuela y Noruega", o como con gran acierto lo resume en breves frases el destacado periodista,  Antonio Lorca de El País de Madrid:  “Habrá toros mientras la afición reivindique su libertad cultural” François Zumbiehl, intelectual y militante taurino, apuesta por la autenticidad de la fiesta...


Andrés Amorós y el profesor Zumbielh en el frente de la batalla permanente para la defensa de la Fiesta

Hoy Francois Zumbiehl parte plaza y hace el paseillo con una brillante cuadrilla que integra el editor  don Vidal Pérez Herrero de la Editorial Temple de Madrid, institución benefactora de la Fiesta de los Toros. Le acompaña el matador de toros Miguel Abellán , que agrega sus comentarios al trabajo literario del doctor Zumbiehl... Brillante e inspirado trabajo literario, que se ilustra con magníficas gráficas de los muy reconocidos Muriel Feiner y Andrew Moore. Lleva todo esto un prólogo, nada más y nada menos, que del maestro del periodismo taurino, don Andrés Amorós. 

Juntos, Zumbielh y Amoros,  pisan la arena con el peso de la razón plena de "gestos y palabras de una tarde de toros".  


Relata en Instantes de Arena Zumbiehl que "demasiadas veces, en una tarde de toros, la mirada se limita a unos pases, a la forma de comportarse del astado en las diferentes fases de la lidia, y a los resultados conseguidos por la actuación del torero. Es una pena, sin embargo, dejar en la sombra todos los gestos, actitudes, palabras o exclamaciones que estructuran el ritual de la corrida, componen su expresión teatral, y constituyen un conjunto de signos enmarcando la obra realizada en el ruedo. 


Tal es precisamente aquí el objeto en el que se concentra la mirada de François Zumbiehl, con su intento para interpretar lo que nos quieren decir o hacer sentir todas estas actitudes subyacentes al desarrollo del espectáculo.

Presenciamos aquí  una faceta de una tarde de toros percibida con menos frecuencia, pero no por eso menos elocuente.  


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