miércoles, 15 de septiembre de 2021

CAPÍTULO 32 DEL LIBRO GARFIAS, EL TORO DE MÉXICO, JOSÉ CHAFIK HAMDAM por Victor José López EL VITO

 Capítulo Treintidos

JOSÉ CHAFIK HAMDAM





 

Canta la copla que cuando un amigo se va vuelven a nosotros con su partida  recuerdos maravillosos. 

Así sucedió con la muerte de José Chafik Hamdan.  Extraodinario ser humano que entre sus muchos logros llegó a ser apoderado de Manolo Martínez. Su meta como apoderado. Llevó al belcebú del toreo por aquellos infernales caminos de la vida luego de Álvaro Garza, quien relevo de Pepe Luis Méndez que diera por terminada la difícil relación que era encargarse de Manolo Martínez.  


No era difícil, tampoco complicada. La conducción de Manolo fue gentilmente incomprensible en el trato, aunque un genio del espectáculo taurino mexicano un mandón en la fiesta de los toros de su  México.


 Chafik inició su apoderamiento  y creció como exitoso ganadero de San Martín. La  ganadería que le compró al picador de toros Juan Aguirre “El Conejo”, histórico personaje muy cercano a don Antonio y don Julián Llaguno, los propietarios de San Mateo y de  Torrecilla.


Los antecedentes de Chafik Hamdan están retratados en su nombre. Orígenes  libaneses, aunque no conozco a nadie más fiel a la mexicanía que lo que viví con  Pepe Chafik.  Nació en México en julio de 1938, lo que indica que al momento de su partida contaba Pepe Chafik con 75 años de edad. Le vimos por última vez en Ciudad de México con motivo del Cincuentenario de la Plaza de Toros Monumental. Lo conocimos gracias a Rafael Báez, apoderado de Eloy Cavazos. Integraron la terna de apoderados de las figuras: Báez, Chafik y Raúl Acha Rovira. 

La más apreciada de apoderados taurinos en el mundo: un venezolano, un árabe y un argentino.
A este “turco” le nació la afición a los toros desde niño y en su época juvenil   encausó su vocación  formándose  en la Escuela Taurina del Puente de Nonucleo donde hizo  amistad con Rogelio Palafox, novillero puntero en el México de los años cincuenta de quien más tarde sería su amigo entrañable: Toño Obregón.


Su amistad con Obregón le relacionó con don Luis Obregón Santacilia, ganadero y propietario de cuatro hierros: Santacilia, San Juan Pan Arriba, Cazadero y Peñalta. 


Se inició Chafik como promotor y negociador de los  encierros de las ganaderías de don Luis Obregón hasta que un día Manolo Chopera llegó al rancho buscando corridas para El Cordobés.  Benítez hacía extensa campaña por ruedos de México. Chafik le pidió a don Luis le dejara a Chopera de su cuenta para mostrarle el ganado que estaba en venta. El precio de las tres corridas que Obregón Santacilia tenía a la vista, y para la venta,  era de 100 mil pesos por las tres. Chafik le enseñó los toros a Chopera, que de inmediato ordenó embarcar las tres corridas a los sitios  donde El Cordobés estaba anunciado. Pepe Chafik le pidió a Manolo Chopera viera las otras corridas de don Luis. Lo llevó a otros potreros y le enseñó el ganado que Obregón Santacilia preparaba. Eran toros más jóvenes y con menos peso. Don Luis no quiso enseñárselo al empresario español porque consideraba que el ganado no  estaba en condiciones para plazas de primera. 

Chafik no le hizo caso a don Luis y se llevó por su cuenta a Manolo Chopera mostrándole  uno a uno los toros. Hablándole de las maravillas que había en cada grupo. Manolo Chopera se entusiasmó y compró cada una de las corridas en 100 mil pesos. Es decir que pagó por cada una lo que don Luis quería por las tres.

 

Aquel día nació una gran amistad de Pepe Chafik con Manolo Chopera, una relación de afecto que duró toda la vida continuó con los hijos del empresario, Pablo y Oscar.


Luego de la experiencia con Manolo Chopera don Luis Obregón Santacilia, encantado de la vida hizo de Chafik su encargado de negocios; abrió una cuenta donde además de sus comisiones Obregón Santacilia le agregaba bonificaciones. Un día Pepe Chafik descubrió que tenía más de un millón de pesos en la cuenta. Ese día hizo negocio con Juan Aguirre “Conejo Chico”, picador de toros que, como dijimos era persona muy cercana a los hermanos Llaguno González.

Chafik compró el rancho y la ganadería, los bienes que el picador tenía en Tepeji del Río, muy cerca de México. 

Más tarde estos terrenos se urbanizarían lo que le dio como beneficio a Chafik una fortuna en dólares americanos.
De muchacho era tan grande la afición de Pepe Chafik por los toros que, siendo empleado de los almacenes Aurrerá se desplazaba desde Satélite a la Plaza México para pasar horas de horas observando y estudiando los toros en los corrales. La intención era la de conocer de cerca y en detalle los toros de las distintas ganaderías que enviaban sus toros y novillos a las temporadas en la Plaza de Toros Monumental. El día que anunciaron el debut de Manuel Benítez “El Cordobés” en El Toreo de Cuatro Caminos, Chafik dejó el trabajo y se fue a la plaza de toros desde muy temprano por la mañana. Benítez estaba anunciado para el 21 y 22 de diciembre de 1963. 

La primera tarde fue con Alfredo Leal y Víctor Huerta, pero los de Tequisquiapan no jalaron. El domingo 22 una gran corrida de Reyes Huerta lanzó al estrellato y a la idolatría al gran torero de Palma del Río. Completaron el segundo cartel Manuel Capetillo y Jorge Aguilar El Ranchero.

 Benítez se encumbró con los toros Mexicano y Payaso, pero a Chafik lo despidieron, sin indemnización por haber faltado al trabajo.





 Al saber don Luis Obregón que en Aurrerá habían despedido a Pepe Chafik lo empleó como vendedor de sus encierros. Al paso de los años, cuando El Cordobés supo de este acontecimiento, lo convirtió a Pepe Chafik  en uno de sus amigos taurinos preferidos convirtiéndose en su gran defensor… Y es que Pepe Chafik ha sido uno de los mejores y más enterados conversadores de toros que he conocido.

 

Le traté mucho a Chafik en Venezuela, fue muy buen amigo de Carmelo Torres que se encargó de promover a  Manolo Martínez con una campaña intensa, muy bien lograda a pesar de lo huraño de Martínez,  que poco ayudaba en su trabajo a Carmelo y a Chafik.


Aquellos días en Ciudad Juárez, Chihuahua, cuando Manolo Martínez, Mariano Ramos y Rafaelillo lidiaron toros de Javier y de Pepe Garfias en la Monumental nos reuniimos por la noche, en un restaurante propiedad de un personaje al que distinguían como “El Francés”. En un momento cuando todos  hablaban entre todos Chafik tomó la palabra, como un catedrático que debía exponer su tesis. Se refirió a líneas y empadres, del Saltillo en México. Se impuso sobre los contertulios, Javier y Pepe Garfias, y también de Rafael Herrerías, para la época estudiante de Medicina Veterinaria y más tarde polémico empresario de la Plaza México, opacó al propio Manolo Martínez y al propietario del restaurante el tal Francés. Nos dieron las claras del día, simplemente como nos gusta, hablando de toros. 

A Pepe Garfias lo conocí aquella tarde en Ciudad Juárez. Ese día nació una prolongada amistad.  Manolo Martínez, con ellos su gran amigo
José Chafik Hamdan vino muchas veces a Venezuela, siempre como apoderado de Manolo Martínez. Recuerdo de sus éxitos en las tardes caraqueñas, de Valencia y de Maracaibo, pero muy especial es el recuerdo de la tarde de apoteosis de su presentación como ganadero en Venezuela. Fue el 30 de octubre de 1971 a un mes de la muerte de César Girón, la presentación de la ganadería de San Martín. Lleno hasta las azoteas, pocas veces he visto la Monumental de Valencia tan hermosa como  aquella tarde. Aún guardaba el frescor del mantenimiento en que César Girón la tenía como arrendatario de la plaza. Ambientazo por el cartel de Luis Miguel Dominguín, Curro Girón y Paco Camino. Tarde de apoteosis, Curro Girón cortó cuatro orejas, Camino tres y un rabo y Luis Miguel escuchó música en sus dos faenas perdiéndo los trofeos por estar mal con la espada. Jarameño llevó por nombre el torazo del triunfo de Paco Camino, primer rabo cortado en la Plaza de El Palotal, toro herrado con el 44 y que pesó 475 kilos.

 En las notas de Adiel Armando Bolio encontramos que la ganadería de San Martín es una de las dehesas mexicanas que han sido relevantes en los avances y evolución que ha registrado la crianza del toro bravo en México.La ganadería fue fundada en el año de 1932, en la ex Hacienda de Tenguedó (Ajacuba), en el Estado de  Hidalgo, con vacas y sementales de San Mateo por el famoso torero de a caballo don Juan Aguirre, mejor conocido en el medio de los toros por el seudónimo de ‘Conejo Chico’ con el que  lidiaba con su nombre.
Ni que decir que debido a sus grandes conocimientos del campo bravo sostuvo durante seis lustros muy en alto los colores de su divisa proporcionando a los aficionados tardes inolvidables cuando sus toros salían al ruedo y que, por su bravura, daban origen a que los toreros obtuvieron señalados triunfos.
Pero, el tiempo, que es todo en la vida, siguió imperioso su camino, habiendo llegado a quebrantar la salud del famoso varilarguero que, indiscutiblemente, fue una figura de gran relieve en el primer tercio de la lidia.
Al no poder atender la Hacienda pensó que al deshacerse de ella quedara en las manos de alguien que siguiera sus pasos y, como si fuera un presagio, surgieron dos jóvenes, don José Chafik Hamdan y don Marcelino Miaja Calvo, que llenos de entusiasmo adquirieron con fecha 4 de abril de 1966, según José Antonio Villanueva Lagar, un total de 28 vacas puras muy viejas, un hato que incluyó una alta frecuencia de Cominitas y Vengativas, además que obtuvo sementales a Vencedor, dos Vengativos y un Culebrillo toda la vacada, siguiendo pastando el ganado en la Hacienda del Marqués, denominada La Esperanza, en el municipio de Tepeji del Río, del estado de Hidalgo y cambiándole el nombre a San Martín. La simiente pura de José Chafik y Marcelino Miaja fue reforzada con el préstamo de más de una docena de toros de San Mateo. Entre ellos Cominito 94, adeemás de un caso curioso, padreó también un toro de nombre El Rey, que dio juego sobresaliente al ser lidiado  en febrero de 1975 en la Plaza México.
A la finca donde tiene el tentadero se llega por la antigua carretera de Querétaro, desviándose a la derecha por un camino privado, que está a seis kilómetros antes de llegar a Tepeji del Río.

 Fuimos muchas veces a San Martín, en compañía de Constantino Hernández, Raúl Izquierdo, Tobías Uribe cuando la peña Los Amigos del Toro visitaba México con el propósito de participar en tentaderos y festivales, muchos de ellos organizados por don Roberto Morales Legaspi y su hijo Rogelio o por Rafael García en Tequisquiapan. El tentadero es de mampostería, con cuatro burladeros, un toril, corraleta y mangas cercadas de piedra para cortar el ganado. Dispone de una plataforma que hace el palco para invitados.

El muy apreciado escritor y periodista Agustín Linares García, biógrafo de Pepe Chafik nos informa que en San Martín se tentaba en los meses de noviembre y diciembre, a las hembras a los tres años de edad y los machos a los dos.
El ganado se alimentaba con los pastos de la región,  más maíz y alfalfa acicalada. Cubría las necesidades del agua con una presa y pozos artesianos.
Tiene la Hacienda unas 150 vacas de vientre, tres sementales de Torrecilla, uno de San Mateo y dos más del hierro de la misma ganadería.
Pero para dar una idea de a dónde llega la afición y adquirieron al famoso toro ‘Espartaco’ de la ganadería de don Mario Moreno ‘Cantinflas’, indultado el domingo 6 de febrero de 1966 en la plaza El Toreo de Cuatro Caminos, toro que correspondiera al gran torero Joselito Huerta, que lo inmortalizó con una faena de antología.
Este toro, ‘Espartaco’, es hijo de ‘Gladiador’, del famoso número 10, que dio origen a la formación de la ganadería de los hermanos Moreno Reyes y que está considerado como el semental por el que se ha pagado más precio en los anales taurinos. Como su progenitor, también lleva el número 10, esperándose que de él se obtengan excelentes crías. Completamente curado y arrogante, pastó en el campo bravo de Tepeji del Río.
El joven ganadero José Chafik sintió hace años el llamado ‘mal de montera’, llegando a vestirse de luces en varias ocasiones y actuando entre otras, en las plazas de Santa María del Río, Acapulco y Ciudad Juárez, pero viéndose obligado a desistir en su empeño a causa de un accidente que tuvo en la mano derecha al entrar a matar, sufriendo cinco fracturas y estuvo escayolado cerca de dos años. El señor Marcelino Miaja, español de origen, es otro gran aficionado al campo bravo, esperando que entre los dos den a la afición de la República Mexicana tardes inolvidables con la bravura de sus toros”.

 Y a fe nuestra que así fue.
Y finaliza don Agustín Linares García:

 “En atención a don Juan Aguirre ‘Conejo Chico’, fundador de la vacada, no se cambió el hierro primitivo, siguieron lidiando con el mismo, así como los colores de la divisa en verde y morado, además de conservar la antigüedad que le corresponde del año 1937, al haber adquirido toda la dehesa, siendo aumentada a finales de los años 60 con un ejemplar de San Mateo, de los señores José Antonio Llaguno e Ignacio García Aceves, de nombre ‘Vidriero’, marcado con el número 91”.


Chafik fue un gran taurino y un aficionado  que se dio el lujo de triunfar en América como en Francia y en España con las ganaderías que se atrevió fundar con toda la intención de rehacer el camino de manera inversa con el que don Antonio Llaguno llevó el Saltillo a México. Chafik experimento en Europa, y a América volvió a traer vacas de Saltillo.  

Su recuerdo es permanente, fue un apreciado amigo, inolvidable.





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