Por I. Peláez / Gijón.
Ana González, alcaldesa de Gijón, ha dejado claro esta mañana que no habrá marcha atrás en su decisión de dejar las fiestas de Begoña sin corridas de toros. “¿Por qué tengo que retractarme?”, ha dicho cuando ha sido preguntada por la polémica que ayer levantaron sus palabras y, sobre todo, la atribución de intencionalidad lesiva al hecho de que se hubieran lidiado dos toros en la feria con los nombres de “Feminista” y “Nigeriano”.
González aseguró que sus declaraciones de ayer no fueron una opinión, sino la verbalización de “una decisión” tomada. “La plaza de toros es un equipamiento municipal y el Ayuntamiento decide qué tipo de usos va a tener. Hasta ahora en el mes de agosto se venían celebrando -la fiesta de los toros- y ahora estamos en otro planteamiento. Había un contrato que ya ha terminado. Era de tres años, firmado en mayo de 2016, por lo tanto acabó en 2018. Se hizo una prorroga y una segunda, pero el contrato está finalizado. Ya no hay contrato vigente. Para que volviera a haber feria de Begoña tendríamos que licitar una nueva concesión y no lo vamos a hacer” encadenó como explicación.
La Alcaldesa entiende que el Ayuntamiento de Gijón está en su pleno derecho de acabar con la prórroga de la concesión municipal para que se usara la plaza para la lidia. “La prórroga ocurre si la administración quiere. Y obliga al empresario en el caso de que quisiera el ayuntamiento, pero no obliga al contratante. La constitución no dice que Gijón debe organizar” una celebración taurina, añadió.
También ha adelantado que no será una decisión que pase por el pleno municipal porque “el órgano de contratación es la Alcaldía. No es el pleno”, dijo, dejando claro que la Alcaldía ha decidido ya lo que quiere.
Lo que sí ha matizado Ana Gonzáles es que sobre la fiesta de los toros no pesará ninguna prohibición de celebración. “No hay una prohibición de nada. No lo prohíbo. Digo que la plaza se utiliza para otras cosas”.
Ana González se ha ratificado en los dos argumentos por los que, ayer, anunciaba que ya no habría fiesta de los toros bajo su mandato: por sensibilidad popular y por la falta de tacto en el uso de los nombres de los toros.
“Cada dia más gente, con un crecimiento exponencial, no quiere toros. Se han saltado líneas rojas con la utilización de ciertos nombres. Mi tía Gervasia se llamaba Gervasia y ninguno nos volvimos a llamar (sic). No nos llamamos como nuestra madre ni abuela. Hubo momentos de tradición y la tatarabuela del toro feminista se llamaba así. Las tradiciones no son inamovibles. Son cambiables. Los tiempos cambian, las sensibilidades cambian. Hoy no utilizamos nombres como subnormal. Estamos en el siglo XXI y teníamos decidido que no íbamos a sacar una nueva concesión, pero esto lo ha adelantado un año”.
Para la Alcaldesa lo de los nombres ha sido “la gota que ha colmado. Este domingo se habló del superdomingo, y que no se iba a dar abasto, estamos teniendo domingos buenos, llenando Gijón y pasará el próximo verano. El verano en Gijón no lo han salvado tres corridas de toros. En 2019 nos podía meter en un lío económico y judicial renunciar a la concesión. Entendíamos que en un momento de crisis de pandemia no podíamos no apoyar todo tipo de iniciativas”, dijo al respecto de que se hubiera prorrogado la concesión.
Respecto a los usos que tendrá la plaza, considerada como BIC (Bien de Interés Cultural), reseñó que tiene dos usos actuales: ferias de toros y eventos musicales. “Queremos que se convierta en un centro de media capacidad para actuaciones musicales”, comentó Ana González.
Respecto a cómo vivió ella todo lo sucedido, Ana González lo relató así: “El domingo estaba en casa con mi familia. Me envían por whatsapp los nombres de los toros. Lo primero que hice fue pedir que me comprobaran el cartel. Como no sé si es cierto o no, intento ser prudente antes de tomar una decisión. Luego, comprobados los nombres, pedí que se preguntara al empresario si era consciente de esos nombres. Me dicen que se ponía el nombre cuando nacían, esa fue toda la explicación, por tanto es una no explicación y a partir de ahí decidí que no tenía ningún sentido seguir con una fiesta, muy discutida en nuestra ciudad, que cada día tiene menos aceptación, con voces que se alzan en contra; y en segundo lugar creo que se estaba intentando aprovechar eso para insultar al mundo del feminismo y a las personas inmigrantes”.
Decidió anunciar la postura del Ayuntamiento “cuando me lo preguntaron. No iba a dar una rueda de prensa para una acción administrativa. Me pareció adecuado contarlo en el momento que lo hice”.
Se ratifica la Alcaldesa en que son esos los dos motivos para poner fin a los festejos. “Hay quien está de acuerdo y quien no. Se ha seguido el criterio y ahora vamos a escuchar a esa otra parte. Es un espectáculo que no corresponde a una sociedad avanzada del siglo XXI por tratarse de maltrato animal”, zanjó la polémica alcaldesa.
Publicado en La Nueva España.
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