martes, 27 de julio de 2021

LAS NOTAS DE VITICO RAMÍREZ por Víctor Eduardo Ramírez





LA FIESTA ESTÁ VIVA EN VENEZUELA


 Manuel Medina "El Rubi", Luis Pietri, Alexander Guillén, Jonathan Guillén y Fabio Castañeda 


La fiesta de los toros en Venezuela está viva, esa es la principal conclusión que se puede sacar del festival del Cabriales celebrado el pasado sábado 24 de julio de Valencia. Nunca antes un festival fue tan importante para nuestro país, ya que sin duda era el primer paso para la recuperación de la fiesta de los toros. Tras meses muy difíciles por la pandemia, situación país y otros imponderables, un grupo de aficionados, ganaderos y toreros echaron a andar un proyecto que afortunadamente fue todo un éxito. La ganadería de Los Aranguez y los matadores de toros Manuel Medina "El Rubi", Luis Pietri, Alexander Guillén, Jonathan Guillén y Fabio Castañeda en el ruedo dieron lo mejor para una tarde de toros que entra por derecho propio en la historia de la tauromaquia nacional. Es el primer paso de un proceso largo, en el todos los que hacemos vida en el toro debemos unir esfuerzos, estrategias y recursos para fomentar y defender al toreo venezolano. Valencia es la llave que abre los candados, donde renace la esperanza y la fe


 CUERO RAMÍREZ

 NO DEJA DE SOÑAR


Hablar de Curro Ramírez es hacerlo de un torero que siempre ha vivido por y para un sueño,, ser torero. Curro sigue con la ilusión del primer día, es de esas personas que tiene la constancia como bandera, tomando las dificultades como impulso para seguir adelante. Este año su preparación esta siendo muy intensa, toreando de sobresaliente en varias corridas de toros y acudiendo mucho al campo. El pasado lunes 12 de julio fue a la ganadería de Fuente Ymbro compartiendo labores de tentadero con los matadores de toros Jesús Janeiro "Jesulín de Ubrique", Juan Serrano "Finito de Córdoba" y Víctor Janeiro, con los que compartió la lidia de varias becerras en una jornada muy significativa para el matador venezolano. En próximos días seguirá afinando su puesta a punto en varias ganaderías, a la expectativa de posibles festejos que vayan surgiendo y con la vista puesta en un futuro en torear en las ferias de Venezuela, 


MARCOS PEÑA 

“EL PINO,” EL ARTE


Marcos Peña "El Pino" es un torero que tiene algo que no se aprende, una cualidad con la que se nace, la clase. Sí, una manera de mover los trastos que solo algunos privilegiados poseen, toreros que solo con colocarse delante de un toro demuestran un concepto diferente, donde todo fluye con naturalidad.

"El Pino" desde que empezó su andadura como becerrista demostraba un magnífico concepto, dentro de la línea clásica. Novillero que despertó grandes ilusiones, matador de toros con fundamento, en un país donde se torea muy poco, lo cual sin duda condiciona la carrera de aquellos que como es su caso, tienen clase, temple, gusto y arte pero que no encuentran las oportunidades. Grande tardes firmó ese buen torero  en San Cristóbal, Tovar, Mérida, Valencia entre otras. Posteriormente probó suerte como torero de plata, para seguir cerca del toro. Pero el gusanillo por manejar de nuevo la muleta sigue ahí y por eso vuelve Marcos Peña a prepararse y se anuncia en un festival privado en Bogotá donde lidiará un novillo de Achury Viejo con los novilleros Leonardo López "Lopecillo" y Mario Sánchez "El Clásico". En día pasados estuvo en el campo bravo concretamente en Rancho Grande en compañía de su compañero de generación y gran torero Gregorio Torres "Maravilla". Buena noticia la del regreso de "El Pino" porque los grandes artistas siempre tienen algo que decir.


COLOMBO CERCA

 DE LA INDEPENDENCIA 


La independencia en el toreo siempre ha sido tremendamente dura, ya que los toreros que van por libre, sin el amparo de las grandes empresas o casas, se encuentran con más dificultades que aquellos que bajo la protección de los que gobiernan los despachos, tienen las temporadas aseguradas, o por lo menos con un número importante de corridas firmadas para encarar el año con cierta tranquilidad. Jesús Enrique Colombo vive muy de cerca esta circunstancia, que se agrava por la reducción de festejos por la pandemia, y la irrupción de toreros europeos que han triunfado con fuerza en plazas importantes. No es el primer caso de un matador de toros americano que con condiciones para tener un sitio digno en el escalafón debe ir haciéndose poco a poco, en temporadas de rodaje en plazas menores.  



PEPE COLMENARES RETOMA EL CAMINO


El matador de toros venezolano Pepe Colmenares se encuentra en España, retomando el camino de cara al futuro. Con afición e ilusión el diestro de Maracay, ha estado en el campo bravo. En días pasados estuvo en la ganadería de Don Ignacio Frías, ubicada en Ocaña (Toledo). En el tentadero compartió labores con compañeros venezolanos, entre ellos el matador de toros Simón Mijares “El Duende”, los banderilleros Enrique Herrera y Juan Carlos Colmenares (torero de plata que realiza una importante función de difusión de la fiesta a través de videos y reportajes), el mozo de espadas Tito Guevara (hermano del matador de toros Ramón Guevara) y el joven Carlos Guillermo Herrera. Varias becerras y un novillo se tentaron en una importante mañana para el matador Pepe Colmenares, que se está preparando a conciencia para futuros compromisos, una vez se vaya retomando la normalidad. 

Pepe Colmenares tras una destacada campaña como novillero, tomó la alternativa en Ayamonte (Huelva) el 8 de septiembre de 2010, con el toro “Leñador”, número 67, negro, de Arucci al que cortó las dos orejas teniendo como padrino a Víctor Puerto y de testigo a Víctor Janeiro. 

Pepe Colmenares seguirá visitando varias ganaderías para continuar el régimen de preparación, siendo posible su participación en varios festivales en plazas españolas. 


Venezuela desea y anhela una figura del toreo, un torero que se monte en la cima de la fiesta. Empresa difícil ya que son muchas las dificultades por vencer, ante el toro y con las empresas. Esos manejos de despachos que son a veces tan perjudiciales, y que solo se rompen cuando se triunfa a “golpe cantao” en las plazas donde de verdad se corta el bacalao y se pone a todo el mundo de acuerdo. El detalle está en entrar en ellas, para después cuajar los toros y acertar a cortarles las orejas. 

Aunque el panorama resulte quizás poco halagüeño, Jesús Enrique Colombo se encuentra en el buen camino, como lo demuestran sus buenas actuaciones en el festival de Toledo y en Istres. Orejas aparte, al venezolano se le ve con aplomo, oficio, y buenas maneras. Oficio adquirido a base de torear mucho en el campo, la fórmula perfecta cuando no se viste de luces. El camino es largo, difícil, lleno de escollos, pero es el que debe seguir todo aquel que quiera ser figura del toreo. El ejemplo del peruano Andrés Roca Rey, es el más representativo, ya que es el que manda actualmente por triunfar siempre, con un toreo arrollador. Roca que fuera tantas tardes compañero de Colombo cuando niños enseña el camino. Seguro que Jesús Enrique toma nota. Este año es para sembrar, sin desesperar. En su capote, banderillas, muleta y espada tiene Colombo la llave para abrir las puertas del toreo. El resto, depende del toro y de Dios.  


EL LEÓN DE ORDUÑA 

EN VENEZUELA



Iván Fandiño fue un torero serio, con un concepto del toreo desgarrado, profundo, sin concesiones, diestro con una acusada personalidad, que era diferente a todos, y su carrera fue desde luego única en fondo y forma, formando un tándem especial con su apoderado Néstor García.  

Fandiño era conocido como “El León de Orduña”, su carrera fue como la de los toreros antiguos, forjado en las capeas de Guadalajara, pasando por festejos menores, siendo un destacado novillero con picadores, que en esa etapa cortó una oreja en Las Ventas de Madrid. Tras su alternativa en Bilbao en 2005 de manos de El Juli, llegó una etapa de lucha, sacrificio, esfuerzo y dedicación plena a su oficio. Llegó alto, gracias a su espartana forma de ver la vida y sentir el toreo. 

En Venezuela le vimos varias tardes, casi todas triunfando y dejando huella entre los aficionados. Se presentó en San Cristóbal el 25 de enero de 2013, alternando con Juan José Padilla y Gregorio Torres “Maravilla”, vestido de azul rey y oro. En primer lugar estoqueó al toro “Presumido”, número 21, castaño listón con 480 kilos de Rancho Grande, al que cortó las dos orejas, y escuchó palmas con su segundo “Arrogante”, numero 137, negro con 490 kilos de El Prado. Ese mismo dia por la noche toreó el tradicional festival de la Escuela Taurina “César Faraco”, cortando las dos orejas al novillo que lidió, alternando con el rejoneador José Luis Rodriguez y los diestros Javier Castaño, Marcos Peña “El Pino” y los becerristas David Gonzalez y Camilo Cepeda. 


AQUEL MANOLO GRANERO


Cuando Joselito El Gallo dejó su vida en los pitones de "Bailaor" en Talavera de la Reina el 16 de mayo de 1920 todos los ojos apuntaron hacia un joven que encarnaba perfectamente todas las virtudes que dejaba Gallito, el valenciano Manolo Granero, torero de grandes cualidades, era el candidato a ocupar el trono del coloso de Gelves. Tras deslumbrar como novillero, tomó la alternativa en Sevilla en la feria de San Miguel de 1920, de manos precisamente del hermano mayor de Gallito, Rafael Gómez "El Gallo". La temporada de 1921 de Granero fue apoteósica y así entraba con billete de primera clase en la búsqueda del trono del toreo. Tras muchos presagios, malos augurios, pesadillas y otras cosas que se podrían denominar de sobrenaturales llegó a Madrid a la plaza de la carretera de Aragón el 7 de mayo de 1922, para alternar con Juan Luis de la Rosa y Marcial Lalanda, que confirmaba la alternativa. Manolo vistió de estreno un azul noche y oro de nuevo diseño y se fue a Casa Kaulak a tomarse unas fotos, donde triste y meditabundo, salió con el rostro contraído. Su primer toro fue "Cantinero" número 13 de José Bueno, con el que estuvo muy bien, dando una vuelta al ruedo tras petición de oreja. "Pocapena" número 59, cárdeno de Veragua fue su segundo, tras ponerle en apuros con el capote, empezó la faena con un pase por alto, siendo volteado y al caer el fiero Veragua le empujó al estribo, donde le metió el pitón por un ojo, destrozándole el cráneo. Granero falleció a los pocos minutos en la enfermería del doctor Hinojar, dejando una honda pena en los aficionados. 38 años después se hicieron unos trabajos en su mausoleo y al sacar el ataúd y abrirlo estaba incorrupto, por lo que se habló de un milagro. Luego tendría su explicación científica al recordar que Granero fue embalsamado muy bien y estaba en tierra caliza. Un pequeño bosquejo de la historia del toreo, recordando a Manolo Granero, el torero que pudo reinar.

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