sábado, 8 de mayo de 2021

RECORDANDO EL AYER, CUANDO HABÍA TOROS EN VENEZUELA (1) Por Víctor José López EL VITO. Del libro Memoria de Arena

 El toro de lidia en Venezuela 


El país se convirtió en una fiesta para celebrar la elección de Carlos Andrés Pérez como Presidente de la República en 1974. Conmemoración con características y expresiones de fiesta patria. La euforia alcanzó cotas de emoción nunca antes vividas en la etapa democrática. Las noticias que llegaban con los voceros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) auguraban tiempos de bonanza. Fueron mensajes que provocaron fantasiosos paisajes de riqueza y de bienestar. 

Carlos Andrés fue muy influyente en la importación del ganado de lidia de España y de Portugal. Hubo continuidad con el proyecto llevado a cabo durante el gobierno del doctor Rafael Caldera que dio facilidades para ocupar la Estación Cuarentenaria de Los Taques, en el estado Falcón, y le ordenó al doctor Miguel Rodríguez Viso, Ministro de Agricultura y Cría, que las instalaciones estuvieran a disposición de los ganaderos de lidia y los médicos veterinarios ministeriales. Igualmente dio facilidades con la línea aérea internacional venezolana Viasa, para traer a tierras falconianas vacas y sementales. 

Sería mezquino quitarle los méritos al presidente Pérez, quien siempre manifestó su afecto, apoyo e interés por la fiesta de los toros. Los ganaderos le rindieron muchos homenajes y fiestas en las ganaderías de “Tarapío”, “Los Aranguez” y “Tierra Blanca”. Se llegó a decir que la ganadería de “Tierra Blanca”, cuando estaba en Villa de Cura, era propiedad del primer mandatario en sociedad con Paco González Regalado, hermano de Sebastián González, quien en realidad era el propietario de la ganadería en sociedad con Manolo Chopera. 

La madrugada del 28 de enero de 1974, concluida la Feria de San Cristóbal, un grupo de periodistas, apoderados de toreros, empresarios y curiosos, a las cinco de la mañana, nos congregamos en la plaza de Pueblo Nuevo de para ver a Paco Camino y Dámaso González tentar unos toros propiedad de la Asociación de Criadores de Toros de Lidia. Los toros llegaron a Venezuela en lo que se conoció como “un pool” propiedad de todos los inversores en el transporte que importó las vacas y los toros desde Portugal. Se trataba de dos reses portuguesas, procedentes de la ganadería de Coímbra. Toros jóvenes, toros portugueses que no aprobaron el tentadero. Sí recibió la mejor nota un toro mexicano de San Martín, propiedad de Pepe Chafik. 

Era otra lección que le daban los ganaderos mexicanos a los venezolanos, quienes habiendo tenido tanto tiempo frente a ellos al toro de México, habiéndose formado la afición venezolana con el toro mexicano, no fueron capaces de darse cuenta de qué clase de toro tenían entre manos y qué sencillo hubiese sido fundar las bases de la cabaña brava nacional con simiente azteca. Aunque para decir verdad hay que señalar que fue el propio ganadero de México, que por motivos de política interna en su agrupación, carente de visión, se opuso con trabas burocráticas y prohibiciones absurdas a que salieran vientres y sementales para fundar ganaderías en el exterior como ahora lo estaban haciendo españoles y portugueses. 

Esta posición mexicana fue aprovechada por españoles y portugueses. Los españoles por vía de Manolo Chopera se metieron por el río que ya inundaba Colombia: Santa Coloma; y los portugueses, gracias a la simpatía de Joao Pinto Barreiro, se convirtieron en descubridores de la nobleza y del temple. 

Había cumplido tres años como corresponsal del semanario El Ruedo, revista que continuaba dirigiendo Carlos Briones, de la Editorial Católica. Veía con gran satisfacción cómo tenían mucha jerarquía las noticias procedentes de Venezuela. Nuestros reportajes, notas informativas y fotografías eran desplegados, lo que me daba una gran satisfacción profesional.  

Fue la última feria de San Cristóbal que organizaron los socios Manolo Chopera y Sebastián González. Como si lo presintieran, echaron la casa por la ventana. Contrataron a Paco Camino, Eloy Cavazos, Manolo Martínez, Niño de la Capea, Dámaso González, Antonio José Galán, Ruiz Miguel, Curro y Rafael Girón y Carlos Rodríguez “El Mito”. 

Carlos Andrés asistió a todas las corridas en compañía de su paisano tachirense doctor Ramón J. Velásquez. El triunfador de la feria fue Eloy Cavazos, como antes de un mes se erigiría triunfador de la Corrida de la Prensa en su décima edición. El maestro de Monterrey fue a Valencia junto a Paco Camino y Curro Girón y toros de Valparaíso. 

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