viernes, 23 de abril de 2021

HA MUERTO POR EXTRAÑAS CAUSAS JOSÉ PÉREZ "EL GAVILÁN" Por Rubén Darío Villafraz

El Gavilán, matador de toros tachirense

  Hondo pesar en el ámbito taurino tachirense ha supuesto este pasado jueves en horas de la tarde, el fallecimiento del conocido diestro taribense José Pérez «El Gavilán», quien a la edad de 69 años fue encontrado sin vida en su domicilio por conocidos. José Pérez «El Gavilán», nació en Táriba, el 23 de enero de 1952; desde muy joven estuvo relacionado de una u otra forma con la fiesta brava, pues fue encargado del matadero municipal taribense, lo que le llevó a destacar delante de los cebús que iban para el rastro, siendo además hermano mayor de Pedro Pérez «Manili», también matador de toros radicado en Perú desde hace muchos años. Sería a comienzos de la década del ’70 cuando comenzaría su rodaje como becerrista en la población tachirense de Queniquea, para debutar de luces en su lar natal en agosto de 1972, al lado de los entonces novilleros Nelson Villegas y Gonzalo de Gregorio lidiando bureles criollos del hierro de Roberto Cárdenas, despachando ese mismo año su primera res de casta en la feria de localidad tachirense de Borotá, compartiendo terna con el matador Lucio Requena y el entonces novillero Álvaro de la Fuente. Por esos mismos años torea así mismo en el Nuevo Circo de Caracas, en la temporada de novilladas organizada por don Gregorio Quijano, ante reses colombianas de José del Carmen Cabrera alternando con el colombiano Víctor Vásquez y el azteca «El Chamaco»; todo un acontecimiento dicho festejo pues todos los diestros resultaron cogidos por sus respectivos astados. Su afición desmedida le hizo tomar bártulos y espuerta para radicarse por varias temporadas en ruedos peruanos donde realizó extensa campaña como novillero veterano, en la amplia geografía inca donde se curtiría con el toro de casta y media casta que se lidia en los empinados poblados que la conforman, siendo del gusto y aceptación de la afición, para llegar al grado de su alternativa en la ciudad de Arequipa, el 21 de diciembre de 1980, lidiando astados del hierro de Augusto Cárdenas contando como padrino a los diestros españoles Rafael Torres en presencia de Carlos Escobar «Frascuelo», con el toro de nombre «Lucero», No. 63 de 467 kilos. Torero polifacético y convertido en un personaje de la fiesta brava sus últimos años de vida los pasó al cobijo de quien fue considerado un torero de mucho empeño, afición y valentía, delante del toro que le correspondió lidiar, ese cunero, cebú y de casta, donde le hizo fiesta y sembró afición en los andes venezolanos y peruanos a lo largo de sus más de 30 años de carrera artística. Desde esta redacción nos unimos al duelo que embarga su familia en estos momentos. QEPD.

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