domingo, 28 de febrero de 2021

MURIÓ ANTONIO PETIT CARO por Zabala de la Serna

 

Muere Antonio Petit Caro, un periodista extraordinario, sabio escritor del toreo.

Por Zabala de la Serna.

Según dejaba la maleta en el hotel, vi la llamada de Luis Abril. “Qué raro”, pensé. Y tan raro: “Vicente, ha muerto Antonio Petit“. El frío de la tristeza inesperada se presentó de pronto. A Antonio Petit Caro le habían descubierto hace una semana, me cuenta Luis, un cáncer con sus mestástasis. Le habían dado un año. Fueron siete días. Tenía 77 años.

Hace unos meses, en torno al verano, me hizo una entrevista todo generosidad en un momento bajo. Quedamos en una terraza de la calle Serrano. Habló, una vez más, con la preocupación que le invadía por la fiesta de los toros, a la que tanto amaba. Fue su gran pasión. Era más que un enamorado de ella: un sabio. La interviú vio la luz en el portal que fundó, Taurología.com, donde volcó su prestigio. Recuerdo que la Asociación Taurina Parlamentaria premió su rigurosa, y a la vez espléndida, difusión del toreo. Lo quiso desde niño. Su tesis doctoral en la Universidad de Navarra se tituló Aproximación a la fiesta de toros. El periodismo como fuente histórica.

Antonio nació en Sevilla. Y, aunque se marchó joven, eso se lleva para siempre. Como un sello de sensibilidad. En ese gusto por el toreo. Sin perder nunca la orientación sobre la importancia del toro. Saldó en 2012 una deuda histórica con Diego Puerta: reivindicaba su sevillanía, el arte que su valor anuló. Diego Valor, le llamaron. A la presentación de la obra acudieron Paco Camino y El Viti, pero a Puerta no le alcanzó la salud. Petit cumplió un sueño. Que era de justicia. El Ateneo de Sevilla se lo reconoció con un premio. Escribió otros libros, sobre Manolete o Antonio Bienvenida. Ninguno, creo, con la satisfacción de éste. Sin olvidar otros como Puerta Grande y otros que seguramente olvido.

Fue muchas cosas Antonio. Y todas ellas importantes. Dirigió La Gaceta del Norte y ejerció de crítico taurino en la Hoja del Lunes de Bilbao; presidió la Asociación de Periodistas de Vizcaya y también la FAPE y su Comité Deontológico. Y fundó Vasco Press, de la que fue Presidente y Director hasta 1999. Y emparentó a través de su matrimonio con Charo con los Zarzalejos , una familia de mentes privilegiadas. Y trabajó como Director de Comunicación y Relaciones Externas de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa) hasta 2010.

Cuando en el caótico 2020 pasado algunos reivindicaron el camino del regreso de los pueblos para la posible salvación de la tauromaquia, recordé unas líneas proféticas de Antonio en una entrevista: “La base de los toros está no en los toros que se celebran en las grandes plazas, Madrid, Sevilla, Bilbao.., eso es sólo el 25% . El resto, el 75%, está en todos esos pueblos y localidades españolas en donde no se conciben las fiestas sin corridas de toros o de novilladas”.

Vivió con entusiasmo la penúltima salida de José Tomás en Algeciras. Un alboroto de felicidad. Como la que repartió en su vida entre los que le rodearon. Descanse en paz un extraordinario profesional del periodismo, un hombre tan cabal como sabio.

Publicado en El Mundo.

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