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El vídeo que no dejará indiferente ni a ecologistas ni antitaurinos:
La Unión de Criadores de Toros de Lidia cuenta la realidad de dehesas y ganaderías en la época más crítica por la pandemia, con pérdidas que superan los 120 millones
«¿Sabías que España esconde un tesoro ecológico único en el mundo? ¿Te has preguntado alguna vez quién es el guardián del ecosistema verde de la dehesa? ¿Nadie te ha contado que en España existen más de 250.000 hectáreas de Alto Valor Natural que se mantienen por y para un solo animal? ¿Y que gracias a eso hemos evitado que se talen cientos miles de árboles y que se extingan otras especies? ¿No te has parado a pensar quién custodia el mayor legado genético animal de España? Cuando miras por la ventanilla del coche y ves toda esa biodiversidad, ¿en quién piensas?» Con esta batería de preguntas que invitan a la reflexión, comienza el vídeo difundido por la Unión de Criadores de Toros de Lidia, «la Casa del Toro».
En la época ganadera más difícil de los últimos tiempos, una época en la que cientos de reses de lidia han tenido como destino el matadero y con hombres de campo para los que la crisis por la pandemia vuelve insostenible un negocio que no es negocio -las pérdidas superan los 120 millones de euros-, la UCTL plasma en un emotivo y bello vídeo las verdades de la crianza del toro de lidia.
Tras aquellas primeras cuestiones, una voz continúa: «Si conoces la respuesta, ¡bravo!» Bravo por tantas y tantas cosas que olvidan los nuevos ecologistas de ciudad que no distinguen una vaca de un eral ni una carretera de una vereda rural, aquellos animalistas de carnet «made in desconocimiento» que todo lo que saben del campo es que es verde (según la época) y del toro que tiene dos cuernos. Pero ¿quién custodia aquello? ¿Quién defiende esa biodiversidad?No, no lo hace el falso animalismo ni el antitaurino radical que se mete en prado ajeno
Bravo por los verdaderos guardianes de la ecología y la dehesa. «Bravo por el desarrollo sostenible -sigue el mensaje-. Bravo por la gestión medioambiental desinteresada. Por el empleo verde. Por quienes fijan la población de la España vacía. Bravo por unas fincas que aportan el doble de valor ecológico que económico. Por quienes custodian una raza autóctona. Por quienes apuestan por cultura contra viento y marea. Bravo por los guardianes de la fórmula secreta de una raza única en el mundo. Por el amor a la naturaleza como filosofía de vida. Bravo por estos hombres y mujeres de campo que dan su vida por la bravura». Bravo por todos ellos, los más puros ecologistas.
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