Si mi información es correcta, este cartel del encabezamiento únicamente se reunió en una tarde de toros. Fue en Madrid, el 16 de mayo de 1967, en San Isidro y por sustitución de Palomo Linares por el tercer espada. Pero esta información no está contrastada porque no es la que motiva estas notas. Se han cumplido en este 2020, de tan infausto recuerdo por otros motivos, 70 años de la alternativa de los dos primeros y 50 de la encerrona, así dicen los mexicanos, de Paco Camino en Madrid. Y si quisiéramos hacer más redondo este cartel de recuerdos, deberíamos añadir a Enrique Ponce ya que esta es, ininterrumpidamente, su temporada número 30 de matador de toros. Aún habría que agregar otro homenaje, este no taurino, y es el feliz 90 cumpleaños de Miguel Báez ‘Litri’.La campaña de novilleros de los dos primeros fue triunfal, hasta el punto de torear, en 1950, seis tardes en la feria de julio de Valencia. Pero no fue solo ese fenómeno local; en aquella temporada en España se celebraron más novilladas que corridas de toros. Y en Valencia, el 12 de octubre de este año, Fiesta de la Hispanidad, en la única corrida que programó la empresa, tomaron los dos la alternativa.
Es conocida por todos la historia de esta ceremonia y sus circunstancias, pero al menos habrá que anotar la parte anecdótica. Debería haberse anunciado por delante a Julio Aparicio, más antiguo que su compañero por haber debutado antes con picadores, pero alguien quiso dar más notoriedad todavía a la alternativa que les otorgó ‘Cagancho’. Y resolvieron anunciar en el cartel en primer lugar la ganadería, después el padrino y a continuación, formando un aspa, el nombre de los dos futuros matadores. Un sorteo resolvió que el más antiguo era Julio Aparicio dando razón a la historia. Aunque eso sí, como en todo lo relativo a las antigüedades en el toreo, no siempre estuvo claro, tampoco en el caso de los novilleros, su ancianidad. ¿Su debut con picadores? ¿Su presentación en Madrid? Pero esto no lo puedo abordar ahora.
Un solo apunte de Paco Camino en la corrida de la Beneficencia de Madrid. Se celebró el 4 de junio de 1970 y, como anoté más arriba, mató en solitario toros de varias ganaderías. Fue una tarde de toros plena de emociones. No sabría expresarlas con palabras. Hace poco tiempo, escribiendo un artículo acerca del paso del torero por México, en una crónica leí que Rodolfo Gaona, espectador en aquella corrida, comentó al final de esta que no se podía torear mejor: “Solo los ángeles”. Y también un apunte del cronista Paco Hidalgo, en El Redondel: “El arte del toreo del cielo vino y en la tierra se llama Paco Camino”. Pues nada más que anotar en este quincuagésimo aniversario.
Enrique Ponce es un torero que no es del agrado de muchos aficionados y sistemáticamente se cuestiona su arte. Pienso que el gusto debe estar siempre supeditado a la valoración objetiva de su carrera. El físico inglés Lord Kelvin afirmaba que quien puede expresar algo con números es porque entiende de ello. Los del valenciano me darían la razón. No se llega al lugar que él ocupa por casualidad. 30 años consecutivos toreando y, desde su tercera temporada, en lo más alto, debe ser ameritado y reconocido. Busquen sus números y verán que no existen las casualidades.
Soñemos por un momento. Seamos empresarios por un día y juntemos en un cartel, por este orden de antigüedad, a Julio Aparicio, ‘Litri’, Paco Camino y Enrique Ponce. Los toros de cualquier ganadería.
Publicado en Grada 50
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